[3] El banco central posee dos funciones muy importantes dentro del sistema económico de un país.
Con dichas cuentas los clientes realizan transacciones con otros bancos a través de los sistemas de pagos y compensación[5] (SNCE, TARGET2), al igual que un particular en un banco comercial utiliza su cuenta para realizar transacciones con otro particular.
[6] Todas estas características y funciones llevan a que los bancos centrales tengan gran influencia en la política económica de los países y a que sean una pieza clave en el funcionamiento de la economía.
Algunos economistas de la denominada "Escuela austríaca" como Von Mises, Hayek o Murray Rothbard[8] han sostenido que el banco central puede causar estragos en una economía, mediante una sistemática devaluación de la moneda, puesto que no tiene un valor físico e intrínseco que la sustente (como podría ser el oro); de esta manera, se podría crear un exceso de moneda, y así dar lugar a una interminable inflación.
[12] [13] [14] En esta línea, también sostenida por el FMI,[15] la independencia del banco central queda establecida en su marco institucional, en las leyes y demás normas que lo regulan, de forma que ni el propio banco, ni ninguno de sus miembros rectores, pueda solicitar o aceptar instrucciones del Gobierno del Estado al que pertenece, ni de ningún otro.
[18] Le Heron y Carre han criticado la falta de efectivos controles democráticos sobre bancos centrales autónomos: "en un régimen de credibilidad, los banqueros centrales ni son electos por la gente ni son agentes gubernamentales.