Banco de España

En la capital cuenta además con otra sede en el 522 de la calle Alcalá y quince sucursales repartidas por todo el territorio nacional.

El Banco de España tiene una larga tradición histórica, que hunde sus raíces en el siglo XVIII.

En 1782, el rey Carlos III creó en Madrid una sociedad por acciones, cuya propiedad correspondía a instituciones y sujetos particulares.

Al año siguiente de su institución empezó a emitir los primeros billetes llamados «cédulas».

Estas cédulas garantizaban un inmediato reembolso en metálico, reembolso que efectuaría el propio banco emisor; se canjeaban al portador sin producir ningún interés, lo cual les diferenciaba de los vales reales.

Al cabo de seis años se sobreseyó la causa y Cabarrús quedó reintegrado a su puesto, aunque rodeado por un equipo directivo diferente y ajeno a su voluntad.

Otras diecinueve localidades españolas, entre ellas los principales centros industriales y mercantiles, como Barcelona, Bilbao, Málaga, Sevilla, Zaragoza, Valladolid o Santander, contaron con sus propios bancos de emisión y descuentos dentro del período 1856-1874.

[7]​ A dicha posibilidad solo se acogieron los Bancos de Barcelona, Bilbao, Reus, Santander y Tarragona.

Aproximadamente un 65% de los efectivos bancarios habían quedado en el lado republicano, frente a un 35% del lado franquista, sin embargo, los presupuestos de la Segunda República para 1937, 1938 y 1939 no tuvieron en cuenta esta particularidad.

La nota de prensa añadía que con esa fecha había sido cesado el subgobernador, "jubilándolo", Pedro Pan, "y nombrado para sustituirle a don Ramón Artigas Gracia".

Este recorrido ha otorgado al banco una gran libertad y flexibilidad gubernamental, sobre todo en lo referente a la política monetaria.

Seis años después, la crisis internacional tuvo un impacto muy significativo en la economía española.

Estos cambios normativos tuvieron como consecuencia aliviar y diferir el apunte en los balances bancarios del crecimiento excesivo de la morosidad causado por la crisis, sobre todo en lo que se refiere a la refinanciación de préstamos.

Con carácter previo al nombramiento del gobernador, el ministro de Economía y Competitividad comparece en los términos previstos en el Reglamento del Congreso de los Diputados ante la comisión competente, para informar sobre el candidato propuesto.

[19]​ La Comisión Ejecutiva estará formada por: Asistirán a sus sesiones, con voz y sin voto, los directores generales del Banco de España.

Deberán ser españoles, con reconocida competencia en el campo de la economía o el derecho.

Como norma general son canjeables los billetes en pesetas emitidos a partir de 1939.

También mantiene una estrecha colaboración con las autoridades supervisoras extranjeras y participa activamente en todos los foros nacionales e internacionales de supervisión.

El Banco de España contó con diversos emplazamientos en Madrid, a lo largo del siglo XIX.

En este año se acuerda convocar un concurso público para la elección del proyecto arquitectónico que mejor se adapte a las nuevas necesidades del Banco y cuyas bases son redactadas por los propios arquitectos de la institución, Eduardo de Adaro, Severiano Sainz de la Lastra y José María Aguilar y Vela.

El inmueble adopta el doble carácter industrial y de representación propio del establecimiento.

Por su parte, el carácter industrial del Banco se materializa en la actual Biblioteca, encargada a la Fábrica de Mieres, en la que se incorpora la estructura metálica vista de hierro fundido.

La fachada por su parte es de composición cuatripartita, está compuesta por zócalo, dos plantas, cornisa y cubierta habitada.

La ampliación decidida en 1927 y terminada en 1934 incorpora, en el interior del edificio, las novedades arquitectónicas de la época a las que Yárnoz había renunciado en el exterior.

El enorme patio de operaciones se aparta de los conceptos clásicos y recoge algún ejemplo del art déco, como la vidriera superior, o como la pieza decorativa y al tiempo funcional situada en el centro del patio.

El proyecto, elaborado por el arquitecto Rafael Moneo, consolida el carácter unitario del conjunto arquitectónico, manteniendo en su fachada la continuidad formal de los planteamientos originales.

La inauguración (junto con la del resto de la ampliación), tuvo lugar poco antes de la Guerra Civil, durante la cual sirvió como refugio contra los bombardeos a las familias que habitaban el edificio del banco.

Las obras requirieron minuciosos estudios geológicos y análisis de los materiales que iban a utilizarse.

Otros, cuyas monedas tenían un valor numismático o sentimental, prefirieron mantener el depósito con la esperanza de recuperarlas cuando lo permitiese la normativa.

Aún se siguen devolviendo algunos de estos últimos, siempre que el reclamante pueda acreditar su derecho sobre el depósito.

Acción del Banco Nacional de San Carlos , fechada en junio de 1782
Retrato de Fernando VII , obra de Zacarías González Velázquez (1814). Colección del Banco de España
Sede del banco de España en Málaga
El Banco de España, agentes de bolsa haciendo operaciones para el empréstito . Fotografía de Christian Franzen publicada en 1902
Placa en la casa en Lerma de Ramón Santillán González , primer gobernador del Banco de España
Última emisión de pesetas . Falta la de 500
Vista nocturna de la fachada norte ( calle de Alcalá ) del edificio. En primer término puede apreciarse la ampliación ejecutada por Rafael Moneo a comienzos del siglo XXI
Ampliación del Banco de España realizada por Rafael Moneo y finalizada en abril de 2006
Evolución de las reservas de oro del Banco de España (1957-2015)