[3][10] A pesar de su superioridad numérica, las tropas combinadas lideradas por el mariscal Biron y por John Norreys, que comandaba la infantería inglesa[11] junto con el capitán galés Roger Williams,[12] que fue el único oficial que puso orden para defenderse del ataque español, fueron literalmente barridas primero por la caballería española y después por la infantería.
[3] En el bando español las bajas ascendieron a unas cuatrocientas entre muertos y heridos.
[13] El ejército combinado, que resultó virtualmente destruido, se retiró en desorden hacia la fortaleza de Bergen op Zoom y a otras localidades controladas por los rebeldes neerlandeses, gracias a lo cual los españoles tomaron Steenbergen sin mucha resistencia.
[14][15] La batalla se saldó con una aplastante victoria española, no solo en cuanto a bajas sufridas, sino también por las consecuencias estratégicas inmediatas.
[6] Por otra parte, el avance español era imparable y el duque de Parma se desplazó a Dunkerque, ciudad portuaria bloqueada por las tropas del comandante español Cristóbal de Mondragón.