Los Mendigos del mar estaban liderados por Guillermo II van der Marck, señor de Lummen.
Acuciados por el cansancio y la falta de víveres, remontaron el río Mosa hacia Brielle.
La ciudad, amurallada, estaba poco poblada y se hallaba sin guarnición militar que la defendiera.
Los lugareños, que en su mayoría habían huido ante la presencia de los asaltantes, no opusieron resistencia, y los Mendigos tomaron fácilmente la ciudad.
Militarmente fue un acontecimiento menor, puesto que la ciudad no tenía ninguna guarnición en aquel momento.