Medio siglo más tarde se erigieron auténticas murallas en la ciudad completadas con siete puertas y 23 atalayas.
Como resultado, se incrementó el comercio y Gorcum creció hasta ser la octava ciudad de Holanda.
El 9 de julio de 1572, los Mendigos del Mar (rebeldes holandeses contra el gobierno español) tomaron la ciudad y capturaron a 19 sacerdotes y monjes católicos porque rehusaban renunciar a su fe.
En 1673 Gorcum pasó a formar parte de la vieja línea defensiva holandesa Hollandse Waterlinie.
Las otras se quitaron en el siglo XIX para hacer sitio al tráfico de vehículos.
A comienzos del siglo XX, la expansión tuvo lugar en los barrios de Lingewijk y Oeste.