Batalla de los Abrojos

[5]​ Lisboa y Madrid decidieron poner en marcha una contraofensiva, pero la mala situación militar en Flandes y en Italia y la falta de fondos para sufragarla hicieron que se solicitase que Portugal financiase la empresa, objetivo que se logró a medias a pesar de la renuencia de este.

[6]​ Finalmente, Castilla aportó dos tercios del presupuesto de la campaña y Portugal, el resto.

[10]​ La flota transportaba tres mil soldados,[10]​ refuerzos para Paraíba, Pernambuco y Bahía, en Brasil.

[8]​ A estos barcos se añadían veinte mercantes lisboetas que debían cargar azúcar.

La noche del 11 de septiembre, Pater avistó por fin la flota ibérica y se aprestó para enfrentarse a ella al día siguiente.

[8]​ Al alba, el almirante holandés reunió a los capitanes para darles las últimas instrucciones e hizo un brindis de cerveza por la buena fortuna del combate.

Los holandeses realizaron sus descargas cuando llegaron cerca de los navíos enemigos y se encarnizó la lucha.

[1]​[12]​ Su oponente holandés, el Provincie Ultrecht se alejó ya en llamas y acabó por irse a pique también.

[1]​[12]​ La almiranta holandesa, aunque dañada en la lucha, consiguió rendir al San Buenaventura.

[1]​ La escuadra española tampoco buscó el abordaje, y las dos se limitaron a cañonearse desde lejos.

[13]​ El combate terminó con victoria hispano-portuguesa;[1]​ las fuentes indican distintos números de bajas.

Según Esquerdo Galiana, la flota holandesa perdió dos mil hombres y tres galeones.