[11] Este quedó al mando de la flota conjunta, que reforzó con cinco urcas suecas embargadas en los puertos andaluces.
[13][14] Al mismo tiempo, los atacantes exploraban la costa para encontrar un lugar adecuado donde desembarcar las tropas en tierra.
[14] Tras cruzar arduamente terreno selvático casi impenetrable en una dura marcha en la que murieron dieciséis hombres por el calor, los españoles lograron alcanzar la retaguardia de la posición holandesa y comenzaron a asaltar las murallas del fuerte el 26 de junio.
[14] Rechazados por los holandeses, los españoles se aprestaron a cercar el fuerte; trajeron a tierra cuatro[15] cañones pesados para formar una batería y lanzaron un nuevo ataque con un contingente de cien hombres la noche del 28 de junio en el que resultó herido el veterano capitán Tiburcio Redín.
[2] Finalmente, el 1 de julio, Van Campen, malherido, solicitó la rendición para los sesenta y dos holandeses y quince negros que había sobrevivido a los combates; los españoles aceptaron la claudicación del comandante neerlandés, aunque con condiciones más duras de las que este pedía.
[10] En 1644, el gobernador neerlandés de Curazao, Peter Stuyvesant, atacó la isla con doce navíos y mil hombres, pero, a pesar de la ventaja numérica sobre los defensores, no logró recuperarla y tuvo que levantar el asedio tras cuatro semanas.