Asedio de Leiden

El asedio fracasó cuando la ciudad recibió refuerzos y suministros en octubre de 1574, siendo liberada.

[3]​ En la segunda mitad del siglo XVI, la Reforma protestante se afianzó en los Países Bajos.

Un conflicto estalló con el Asalto a las imágenes (Beeldenstorm), una serie de ataques iconoclastas en 1566.

En la guerra que estalló entre las Diecisiete Provincias de los Países Bajos y España (llamada luego Guerra de los Ochenta Años), estos rebeldes neerlandeses se alzaron en armas contra el rey.

Inicialmente, los rebeldes sufrieron derrotas, pero en 1572 los Mendigos del mar lograron capturar Den Briel.

El gran duque de Alba intentó romper la resistencia utilizando la fuerza bruta.

El duque de Alba y su hijo Don Fadrique iniciaron ese mismo año una expedición punitiva contra las ciudades rebeldes.

Un ejército rebelde de los Estados Neerlandeses formado por tropas inglesas, escocesas y hugonotes franceses defendía Leiden.

Valdés levantó el asedio en abril de 1574 para hacer frente a las tropas rebeldes invasoras, pero Sancho Dávila y Daza llegó primero y las derrotó en la batalla de Mook, donde murió Luis.

Durante el breve respiro del asedio, el príncipe de Orange había aconsejado a los ciudadanos de Leiden que reabastecieran la ciudad con provisiones y contrataran una guarnición más numerosa para ayudar a defender la ciudad.

Los rebeldes habían roto algunos diques anteriormente, por lo que la ciudad estaba protegida por un kilómetro de tierras inundadas.

Por ello, envió una paloma mensajera a la ciudad rogándoles que resistieran tres meses.

Para cumplir esta promesa, planeó romper los diques para permitir que el mar inundara las tierras bajas.

El asedio podría entonces levantarse utilizando la flota rebelde, y los españoles se verían obligados a retirarse ante la llegada del mar.

El dique fue roto y la flota de Boisot se dirigió hacia Leiden.

Mientras tanto, en la ciudad, los habitantes clamaban por la rendición al ver que sus compatriotas habían encallado.

La ciudad sólo resistió porque sabían que, en cualquier caso, los soldados españoles masacrarían a toda la población para dar ejemplo al resto del país, como había ocurrido en Naarden y en las demás ciudades que habían sido saqueadas.

En octubre, los patriotas neerlandeses liderados por Guillermo el Taciturano destruyeron los diques en cuatro puntos para formar un obstáculo que las tropas españolas no pudieran superar.

Lammen resultó ser un obstáculo formidable, pero los españoles, adeptos a la lucha terrestre y no a la guerra anfibia, habían desesperado de mantener una contienda tan desigual contra las fuerzas combinadas del mar y los veteranos marinos neerlandeses.

Esta mujer, en la tradición historiográfica neerlandesa, se considera heroína del asedio de Leida.

Magdalena Moons implora a su prometido Francisco de Valdés que aplace el asalto de Leiden para otra noche, 1574 . Pintura de Simon Opzoomer, c. 1845. La «leyenda», confirmada por investigaciones históricas en 2014, de Magdalena Moons y Francisco de Valdés se convirtió en historia popular tras el asedio de 1574.