Saqueo de Malinas

La ciudad fue ocupada nuevamente por los españoles y los soldados de los tercios acuartelados en Mons quedaron libres para recuperar las ciudades alzadas.

El primer día los tercios españoles, y los dos días siguientes los tercios valones y alemanes del ejército español, desvalijaron indiscriminadamente iglesias, monasterios, almacenes y casas particulares sin hacer distinciones entre católicos o calvinistas (incluyendo la casa del cardenal Granvela, secretario de estado de España.[1]​).

Asesinatos, robos y violaciones fueron habituales en la ciudad durante los tres días que duró el saqueo.

El botín conseguido por los soldados, calculado en varios millones de florines,[5]​ fue enviado a Amberes para ser canjeado por dinero en efectivo.

[6]​ El duque de Alba justificaría el saqueo en una carta dirigida al rey Felipe II de España, quien lo acabaría destituyendo: «[...] es muy necesario ejemplo para todas las otras villas que se han de cobrar, porque no piensen que a cada una dellas sea menester ir al ejército de V. M., que sería un negocio infinito».

[8]​ Tras el saqueo de Malinas, los tercios de don Fadrique marcharon por Maastricht, Roermond, Venlo y Zutphen hacia Haarlem, en el norte del país.

Los Países Bajos en 1572. La línea indica la ruta de don Fadrique tras el saqueo de la ciudad.