Afroargentino

Sin embargo, la población negra aumentó levemente en las últimas décadas con los extranjeros arribados en las corrientes migratorias más recientes.Según estimaciones, hasta el año 1730 habían ingresado al puerto de Buenos Aires 17.730 esclavos.[14]​ Hasta bien entrado el siglo XIX, la explotación minera y la agricultura constituyeron el grueso de la actividad económica en América.De los grupos yoruba y ewé, que fueron llevados en grandes números al Brasil, la inmigración fue más reducida.[15]​ Los esclavos se destinaron a las labores de agricultura, ganadería, el trabajo doméstico y en menor medida la artesanía.En las zonas urbanas, muchos esclavos desarrollaban labores de artesanía para la venta, cuyos réditos percibían sus patrones.Estas clasificaciones, al igual que otras frecuentes en la cultura colonial, como "mestizo" o pardo, se utilizaban para estigmatizar a las personas e impedir su ascenso social.Este grupo de africanos y afrodescendientes eligió como Santo patrono, al Rey negro San Baltasar.También había un estrado o al menos una tarima, que entre otras cosas era utilizado para recibir a los grandes dignatarios, como Juan Manuel de Rosas, esposa e hija, como se los ve en un cuadro de Martín Boneo.Ello, sin embargo, no le impedía reconocer lo siguiente: La misma opinión en cuanto al mejor trato nos dejaron en sus testimonios los extranjeros que venían.Un Cuerpo de Esclavos fue también formado para defender Buenos Aires en caso extremo, pero no se les entregó armas.Entonces, se premió el valeroso comportamiento de los negros con manumisiones por sorteo o elección, pero los manumitidos fueron pocos, en comparación con todos los que integraron los batallones.La diferenciación que siguió existiendo hizo que los negros y sus variadas cruzas (pardos, mulatos, morenos, etc.) fueran ubicados en el Regimiento de Castas, cuyo componente nunca superó la tercera parte de las tropas combatientes en los ejércitos patriotas.Podían, si no estaban conformes con su amo, solicitar ser vendidos e incluso buscar ellos mismos un comprador.Los que desempeñasen cinco años completos de servicio podían obtener la libertad, pero rara vez fue ese el caso.De Rosas se cuenta su gran aprecio por la población negra, y su frecuente asistencia a los candombes.[cita requerida] Fue ese rol atribuido a la gente de color el que generó un temor y un odio nunca superado por la clase pudiente unitaria.Alegre es una novela muy influida por el libro abolicionista La cabaña del tío Tom, cuyo impacto en el público estadounidense fue uno de los eventos que llevaron a la guerra civil en ese país, y que fue censurado por considerar héroe a un negro africano.Tradicionalmente se ha afirmado que la población negra en la Argentina disminuyó desde comienzos del siglo XIX hasta prácticamente desaparecer.Por ello había menos maltrato hacia los esclavos, que además tenían mayor libertad para circular, especialmente quienes trabajaban en el campo, donde fundamentalmente se requerían labores asociadas a la ganadería y la agricultura extensiva.En otros casos, también debido a su fenotipo ambiguo, varios intentaban ser anotados como indios (si podían dar cuenta de su ascendencia indígena)[32]​ debido a que esto les posibilitaba obtener la libertad, ya que desde el siglo XVI en las colonias españolas se había prohibido la esclavitud de indígenas americanos mediante las Leyes Nuevas y las Leyes de Indias (pese a ello, sucedía ilegalmente, pero con mucha menor frecuencia que la esclavitud de los africanos negros y sus descendientes, que estaba permitida).La propia gente perteneciente a éstas razas (la cual estaba ya fuertemente mestizada, especialmente en el caso de los negros) buscó activamente identificarse con las nuevas categorías ya que estaban simbólicamente más cercanas a la blanquitud, lo que posibilitaba más beneficios y menos discriminación.Solo los negros que conservaban piel oscura eran considerados como tales, y al ser una minoría inclusive dentro de la propia población negra argentina, fueron considerados como casos aislados o bien extranjeros (ya que, desde fines del siglo XIX, varios de ellos eran inmigrantes africanos libres llegados en tiempos recientes principalmente desde Cabo Verde).La posición del Estado volvió a hacerse explícita al realizarse el censo nacional de 1895 cuando sus responsables afirmaron:[38]​ En los últimos años se han multiplicado los estudios, actividades y organizaciones relacionadas con la población afroargentina.[50]​ Estas inmigraciones se debieron principalmente a sequías en el país africano, que originaron hambrunas y numerosas muertes.En este panorama, las mujeres aún están rezagadas; las que vinieron son excepciones, y en general llegan ya con pareja.[54]​[55]​ El censo argentino de 2010 registró 2.738 personas nacidas en África (sin distinguir por raza ni región del continente).El racismo colonial pasó en cierta medida a la cultura argentina, como lo muestran ciertas frases incluidas en la literatura nacional.Se representaron disputas con tinte racista en un famoso pasaje del libro de José Hernández, el Martín Fierro (La ida), publicado en 1870, en el que el personaje principal se bate a duelo con un gaucho negro luego de insultar a su novia e insultarlo con el siguiente verso: Ocho años después, en 1878 Hernández publica la segunda parte de su famoso libro, en el que Fierro sostiene una famosa payada en la que debate temas filosóficos (como la vida, la creación, la existencia, etc.) con otro gaucho negro que resulta ser un hermano del anterior.
Vendedores africanos en Buenos Aires .
Pirámide poblacional de afroargentinos ( censo de 2022 ).
Senegaleses durante el día del inmigrante en Buenos Aires .
Un integrante de la "Comparsa Negros Argentinos" en Merlo con una masacalla .
Esclavitud de Debret . Las potencias europeas impusieron en las colonias americanas un sistema esclavista que tuvo su origen en el transporte hacia estas de decenas de miles de personas secuestradas en el África subsahariana .
Estatua "La esclavitud" de Francisco Cafferata en Buenos Aires.
Un lancero afroargentino de Riviera (siglo XIX )
Óleo de 1841 en el que se observa a Juan Manuel de Rosas frente a un grupo de mujeres negras. Al pie se lee: «Las esclavas de Buenos Aires demuestran ser libres y gratas a su noble libertador».
Esquina porteña , pintura de 1865 de Prilidiano Pueyrredón . La mujer blanca se hace a un lado para que pase la dama afro con su sirviente. [ 28 ]
Negros argentinos tocando candombe en 1938.
Inmigrantes senegaleses llegados en 1899 para trabajar en un ingenio azucarero de Tucumán .
El tango , música afrorrioplatense.
Caboverdianos de Buenos Aires en 2012.
Nigerianos durante el día del inmigrante en Buenos Aires .
Cuerpo de Baile Folklórico afrodominicano en Buenos Aires .
Porcentaje de africanos en Argentina por provincia según el censo 2010.