La ciudad se encuentra ubicado en la Zona Oeste del denominado conurbano bonaerense o área metropolitana de Buenos Aires.
La frontera era muy vulnerable, tanto así que cien años después, en 1845, el vecino Juan Cruz Dambolena denunció que había sido atacado por una partida de indios pampas en las afueras mismas del pueblo de Merlo.
En 1740 el cacique de los pampas, Cangapol, unido a picunches y huiliches, lanza dos terribles malones sobre Luján y Arrecifes como represalia por el asesinato de su primo Tolmicháyá; los ataques dejan como saldo 800 vecinos asesinados.
En 1743 Francisco de Merlo solicita nuevamente autorización al rey, solicitud que será respondida favorablemente en 1755.
Ya en 1749 funcionaba una escuela de primeras letras exclusiva para varones que aún funcionaba en la década de 1830 y que era solventada por Merlo y atendida por los padres mercedarios.
Al hacerlo, sería necesario construir un nuevo puente que hiciera pie en las tierras del empresario francés Augusto La Roche.
Se impuso en Merlo el mismo modelo de tres plazas que se repetiría en Morón y en Moreno: una institucional cercana a los edificios cívico-religiosos — la Plaza Fundador Francisco de Merlo — otra inmediata a la estación — la Plaza Mitre — para que se concentraran allí pasajeros y coches de alquiler, y una tercera, más espaciosa, para carga y descarga de frutos.
También se abrió una escuela mixta, cuyo elegante edificio debió mucho a las donaciones de Dillon.
Finalmente, se levantó una nueva iglesia, que reemplazó a la ruinosa capilla anterior, construida en el siglo XVIII.
Cuando en 1864 se inaugura la nueva iglesia de Merlo, el arzobispo de Buenos Aires, Moseñor Escalada no le envía un cura párroco aduciendo que por la pobreza del pueblo, no podrían mantenerlo, pero el verdadero motivo era que las principales figuras del pueblo eran masones.
Ante esta situación, Dillon recurre a la ayuda del jefe de la comunidad irlandesa, monseñor Anthony Dominic Fahy para que le enviase un cura párroco.
El primero recibió catorce manzanas en el pueblo, además de otros terrenos junto a la estación de ferrocarril, mientras que a los otros dos se les entregaron fracciones menores.
Muchas de esas personas eran atendidas en la estación Merlo y en campamentos levantados alrededor del pueblo.
Cementerio municipal, a las afueras del pueblo, se vio superado por la cantidad de muertos que se debieron enterrar y esto llevó a crear un nuevo cementerio, varios kilómetros de Merlo.
Entre estas dos poblaciones, que estaba unidos por la Avenida de la calle Real o Ituzaingó, se estableció una «cordial rivalidad»: los vecinos del Pueblito votaban al Partido Conservador y los de la Estación a la Unión Cívica Radical.
En la década de 1940, durante la administración municipal de Manuel Fresco, se asfalta el Camino Merlo-Navarro, actual Ruta Provincial 40 y el camino que une a Merlo con Pontevedra.
Todos los domingos por la tarde en ese predio se desarrollaban los encuentros de fútbol entre los equipos locales el Club Nacional, el Club Argentino, El Fortín, el Club Laureles y Midland y años después se disputaron los partidos del campeonato regional de lo que se conoció como la Liga del Oeste, en donde participaban además Los Indios de Moreno y equipos venidos de Marcos Paz e Ituzaingó.
El pueblo de Merlo, que hace ese entonces se limitaba a unas pocas manzanas que bordeaban la avenida principal, multiplicó su extensión varias veces y el pueblo se extendió rápidamente hacia el interior, en donde antes había solo fincas y granjas lecheras, con humildes barriadas que alcanzaban las márgenes del distante Río Reconquista.
En aquellos años Merlo se encontraba rezagada con respecto a la pujante San Antonio de Padua y para crear un centro comercial más grande se decidió ampliar la Avenida Libertador, quitando el bulevar que reducía la calzada de la avenida.
En 1980, durante la intendencia del comodoro Luis Pastor, se construye el puente vial Héroes de Malvinas.
En ese mismo año la Municipalidad pone en funcionamiento la primera computadora que hubo en Merlo, destinada a procesar la información necesaria para la administración del municipio.
El edificio se encuentra en el casco histórico, sobre la Avenida de la calle Real (ex Avenida Vergara) en el mismo solar de la capilla que Francisco de Merlo mandó a construir en 1728 y que hacia inicios del siglo XIX ya se encontraba en ruinas.
Desde hace décadas en el mismo edificio funciona la escuela de educación secundaria Bernardo Houssay.
John Sullivan junto con su colega escocés Redhead fueron quienes asistieron a su común amigo Manuel Belgrano en los últimos años de su vida.
Él y también otro miembro de la familia, Alejandro Sullivan, desempeñaron como jefes comunales del partido.
[6] El edificio sirvió de atelier del pintor Cándido López en los años que vivió en Merlo.
Las hermanas Echeverry donaron la quinta a la Iglesia Católica, tal como hicieron con el casco de estancia que poseían en las afueras del pueblo, ordenando construir una iglesia en el predio de la quinta.
En los años recientes se organizaron exposiciones educativas y campeonatos de skateboard.
[7] Sobre la calle Colón se encuentra el complejo cultural General San Martín, construido durante la gestión del intendente Luis Monetti (1967/73) que alberga al Teatro Municipal Enrique Santos Discépolo y a la Biblioteca Municipal Olegario Víctor Andrade.
Con capacidad para 580 personas, en el teatro municipal se desarrollan conciertos, comedias, ballet, actividades literarias, líricas y todos los meses se representan obras teatrales de los principales elencos de la Avenida Corrientes.