En Argentina fue especialmente conocida dado que el Estado se inspiró en ella para algunos planes de vivienda social desde 1934 hasta 1955.
Más concretamente, estas misiones se habían dado en Alta California, antigua provincia que pertenecía al Virreinato de Nueva España.
Más tarde, la Intervención estadounidense en México culminó con la Cesión mexicana de territorio a Estados Unidos.
Debido a ese carácter tan elemental de estas construcciones erigidas durante las misiones, cuando se desarrolló la recreación del estilo Misión desde 1890 a 1915, algunas casas fueron diseñadas con torres (como si fueran campanarios) y las paredes podían extenderse por encima de la línea del techo, con gabletes curvilíneos.
Dado que Hollywood se encuentra en el estado de California, desde entonces reconocidos actores y actrices comenzaron a construir sus casas en estilo neocolonial español, en clave pintoresca, marcando así el inicio de dicha versión californiana dentro del estilo.
Por otra parte, el atraso de España les permitió a los estadounidenses importar diferentes productos originales (por ejemplo, los azulejos típicos) con gran facilidad.
Como una estrategia para paliar esa gran crisis económica que azotaba a San Diego (y a todo el país en general), en 1935, de manera imprevista, la ciudad decidió organizar otra exposición internacional, planeada en el tiempo récord de unos pocos meses.
Dichas adaptaciones son comunes a todas las versiones pintoresquistas, sin importar cuál sea su estilo (neomisión, neotudor, neonormando, neovasco, etc.).
Así, la versatilidad de esta versión del estilo, que permitía a los constructores y arquitectos construir edificios tan simples o lujosos según lo permitiera el presupuesto, ayudó a extender aún más su popularidad en toda California, y eventualmente en muchos otros lugares del sur de Estados Unidos.
Por todo lo anterior, esta versión californiana del estilo no debe confundirse ni con el estilo neomisión (anterior y acotado, sin adeptos entre las estrellas de Hollywood de la época), ni tampoco con la llamada arquitectura neomediterránea, que también se dio en Estados Unidos, pero que presentaba una complejidad y eclecticismo mayores (se desarrolló principalmente en complejos hoteleros).
Otra de las características del estilo fueron las ventanas profundamente empotradas, con los antepechos acabados en enlucido blanco, generalmente sin ningún vierteaguas.
Generalmente disimulados con puertas de estilo granero o como caballerizas para no quitar romanticismo a la composición.
Originalmente, las ventanas más pequeñas estaban ubicadas en lo alto para capturar mejor la brisa y evitar los rayos directos del sol.
No obstante, este fenómeno que modificaba el paisaje urbano comenzó a ser resistido por los locales.
Estos reclamos consiguieron que, desde 2013, exista una mayor regulación para este tipo de nuevas construcciones en Beverly Hills.
Dichos estilos no son casuales, pues este movimiento se difundió principalmente en Francia y Gran Bretaña.
Es decir que sus intenciones finales iban mucho más allá de la arquitectura y tenían una influencia americanista.
Aunque diferían en matices unos con otros, todos tenían en común que eran miembros de la clase dirigente y sentían amenazada su hasta entonces muy cómoda posición.
Algunas bibliotecas estatales comenzaron a recibir la revista estadounidense «California Southland» establecida en 1918, donde podía verse algo de la moda californiana.
En tanto, el libro «The Spanish house for America» (1927) de Rexford Newcomb tuvo una gran difusión entre los profesionales del país.
La pendiente de estos tejados es bastante pronunciada y sus aleros son generosos, algo no tan típico en Andalucía.
Se trataba de familias que ya tenían sus refinadas residencias en Buenos Aires y deseaban ocupar estas casitas sencillas durante el fin de semana para no tener que ir y venir cuando jugaban al polo.
Sólo el paso de las décadas hizo que todas estas viviendas fundacionales —que hoy serían patrimoniales— terminaran siendo demolidas para ser reemplazadas por casas pretenciosas, ya totalmente a tono con la realidad arquitectónica de otros barrios cerrados del país.
Dichas viviendas fueron proyectadas por la llamada Comisión Nacional de Casas Baratas y llegaron a publicarse en Estados Unidos (The Architectural Record, sept.
Su carencia de ornamentación se asoció a una imagen un poco más moderna, lo que permitía sostener un lenguaje cargado de connotaciones «nacionalistas», tan apreciadas por la sociedad salteña, a la vez que brindar una imagen acorde con los tiempos (moda californiana).
En tanto, desde el Ministerio de Salud se ordenó construir expresamente en estilo neocolonial o californiano.
estilo se caracteriza por los siguientes materiales y tecnologías aplicadas: frentes con cuarcitas trabajadas a lo "Baldassarini" (técnica de bastón roto), techos a dos aguas con tejas principalmente españolas, revoques blanqueados texturados y el uso de la madera hachada en diferentes sectores.
En el segundo Plan Quinquenal, hasta 1955, se llevaban construidas más de 150.000 anuales en sus mayoría estilo chalet californiano Junto a los monobloques ubicados en Juan Bautista Alberdi y Lacarra.
De esta manera, si la política aplicada en España sentó las bases para dar inicio a la época del llamado desarrollismo español, la política aplicada en Argentina multiplicó las villas miseria, acrecentó el desequilibrio demográfico del país al fomentar la concentración de la población en la capital y su conurbano.
Otro barrio de similares características es el que se encuentra rodeado por las calles Gordolobo, Adonis, Meliloto y Nopalera.