En el artículo “El candombe callejero”, publicado por Figarillo en Caras y Caretas el 11 de febrero de 1899 (s/p), la masacalla es su ilustración central, mas su exagerado tamaño obedece a una demanda estética respecto a la presentación del artículo.
En una fecha imprecisa a caballo entre fines del siglo XIX y comienzo del XX, Martín León Boneo pintó el cuadro Candombe federal al menos en tres versiones, dos de las cuales pertenecen al Museo Histórico Nacional.
En ellas se aprecian dos masacallas de gran tamaño, ejecutadas por sendos negros.
Un documento singular que la testimonia desde su esencia sonora es la zarzuela bufa del compositor afroporteño Zenón Rolón, Una broma improvisada o Los autómatas de Tartafell (1900, letra de Rafael Barreda).
Actualmente los afroporteños entrevistados no guardan memoria de la masacalla, el nombre les es ajeno e, incluso, suelen confundirla con el chinesco.
Buenos Aires: Facultad de Artes y Ciencias Musicales, Universidad Católica Argentina.