Monasterio de Montserrat

Santa Cecilia no aceptó esta nueva situación, por lo que Oliba decidió fundar el monasterio de Santa María en el lugar donde se encontraba una antigua ermita del mismo nombre (1025).El monasterio pronto se convirtió en santuario; este hecho llevó consigo un aumento de los donativos y las limosnas recibidas, y permitió un crecimiento constante tanto del recinto religioso como de la influencia en el territorio.A finales del siglo XII, el abad regente solicitó que se permitiera ampliar la comunidad de monjes a 12, mínimo requerido para que se considerara abadía.El monasterio fue saqueado e incendiado, y se perdieron muchos de sus tesoros.El conjunto del monasterio está formado por dos bloques de edificios con funciones distintas: por un lado la basílica con las dependencias monacales; y por otro los edificios destinados a atender a peregrinos y visitantes.Estos últimos incluyen diversos restaurantes, tiendas y una zona de alojamiento.Para San Benito, como bien lo define en prólogo de su Regla, un monasterio es «una escuela al servicio del Señor».El monasterio debe hacer fácil, natural y flexible la relación con Dios.La relación del hombre con Cristo, la que busca el monje de Montserrat, viene señalada en tres ocasiones en la Regla de San Benito; La relación debe ser muy personal, muy directa llegando a la intimidad.Se cultiva la caridad entendida como el amor a Dios y la convivencia fraternal.Los monasterios benedictinos solo mantienen lo principal: Junto a la caridad, la disciplina es una de las directrices importantes.De estas directrices nacen los tres votos que profesan los monjes benedictinos: El voto de Obediencia según la Regla solo puede llevarse a cabo con la figura del abad.Gobierna el mismo en sus tres vertientes, la espiritual, la docente y la de gestión.La dirección espiritual y la instrucción litúrgica son las formas de apostolado que una comunidad benedictina ejerce.En 1881 el papa León XIII le otorgó la condición de basílica menor.Al pie del friso con el relieve de San Jorge está esculpida la frase Cataluña será cristiana o no será, atribuida al obispo Josep Torras i Bages, que ha sido asumida como lema del catalanismo político de raíz católica.En un lateral se encuentra el baptisterio (1958), con un portal esculpido por Charles Collet, y en el interior unos mosaicos realizados por Santiago Padrós y un dibujo del Bautismo de Jesús de Josep Vila-Arrufat.Está sostenida por unas columnas centrales, con tallas realizadas en madera por Josep Llimona, que representan los profetas Isaías, Jeremías, Ezequiel y Daniel.La cruz sobre el altar es obra de Lorenzo Ghiberti, del siglo XVI.Algunas columnas del claustro, están adornadas con motivos vegetales y animales, llaman la atención figuras fantásticas antropomórficas, con cabeza humana y cuerpo de dragón alado, animales fantásticos o el escudo de Montserrat sostenido por ángeles.Muchas personas ven en este adorno la representación de una extraña danza ritual.El refectorio es del siglo XVII y fue reformado en 1925 por Puig i Cadafalch.Desde la plaza se puede observar la nueva fachada del monasterio, construida por Francesc Folguera con piedra de la propia montaña.A la izquierda se pueden ver los restos del antiguo claustro gótico.En la plaza del Abad Oliva se encuentran los edificios que dan albergue a los peregrinos.La plaza está presidida por una estatua dedicada al fundador del monasterio, realizada en 1933 en bronce por el escultor Manuel Cusachs.Por último, cabe remarcar que en el entorno de la montaña de Montserrat se sitúan diversas ermitas, unas quince habitadas hasta la invasión francesa en 1811, fecha en que fueron temporalmente abandonadas; pasado el dominio francés, algunas fueron ocupadas nuevamente, aunque con el tiempo se fueron abandonando y hoy día de algunas solo quedan unos cuantos muros.La imagen que en la actualidad se venera es una talla románica del siglo XII realizada en madera de álamo.Representa a la Virgen con el niño sentado en su regazo y mide unos 95 centímetros de altura.Se le concedió también el privilegio de tener misa y oficios propios.
Vista desde la roca de San Jaime
Claustro de la Santa Cueva
Fachada principal de la basílica
Fachada nueva, con relieves de Joan Rebull
Interior de la basílica
Madeleine. L'absenta , de Ramon Casas
Plaza de Santa María
La Moreneta