En 1900 se traslada a París, donde residirá por espacio de diez años.
Impulsado por un marchante, Hugué se trasladó en 1910 a Céret, donde reunió a un heterogéneo grupo de artistas entre los que se encontraban Juan Gris, Joaquín Sunyer y el propio Picasso.
En 1917 abandonó Ceret para residir en Caldas de Montbuy, donde falleció en 1945.
[1][2][3] En su obra es esencial la relación con la naturaleza, considerando a la figura humana como un elemento integrado en ella.
En 1957, el Musée d'Art Moderne de Céret le dedicó una exposición antológica.