Bajo su dirección artística se estrenaron notables obras del teatro lírico catalán, como La santa espina, de Enric Morera y Ángel Guimerá.Más adelante regresó a Barcelona, pero continuó exponiendo por diferentes ciudades de toda Europa como Berlín, París, Madrid, Múnich, Düsseldorf y otras.Para el llamado chalet Graner el arquitecto trazó un proyecto intermedio entre la casa Batlló y la portería del parque Güell.La casa no se finalizó debido a la ruina económica del propietario, tras el fracaso de sus negocios teatrales.Esta puerta estuvo en pie varios años —se conserva una foto de 1927 realizada por Marino Canosa— hasta que fue derribada.Influido por las teorías sobre el arte total, decidió abandonar la pintura en el año 1904 para ofrecer unos espectáculos que supusieran una síntesis de todas las artes.La sala Mercè, el primer espacio teatral dirigido por Graner, en calidad de empresario, propietario y director artístico, fue inaugurada el 1904.Estaba ubicada en la actual Rambla, cerca de plaza Cataluña, y el diseño del espacio fue encargado a Gaudí.Durante este tiempo sobrevivió pintando peculiares cuadros submarinos y del dinero que le enviaban sus amigos en momentos de dificultad.
Fotografía de Lluís Graner pintando en su estudio.