Escribió óperas, música escénica, obras sinfónicas, obra coral, conciertos y una Missa de rèquiem, pero sobre todo es reconocido por sus sardanas corales con títulos tan populares como La Santa Espina, Les fulles seques, La sardana de les monges y L'Empordà.
Su obra se adscribe en la estética neo-romántica y es una magnífica muestra del nacionalismo musical catalán.
Tan es así, que escribió en catalán (en lugar del italiano), todo lo concerniente a tempos, dinámica, agógica, etc.
Más tarde marchó nuevamente a la Argentina, hasta que en el año 1890 se instala definitivamente en Barcelona, donde desarrolló una activa vida musical que lo llevó muy pronto a ser uno de los más destacados representantes del Modernismo musical catalán.
A esta época corresponden obras como la ópera "La fada" (El hada) que fue estrenada durante la "Quarta Festa Modernista" (Cuarta Fiesta Modernista) organizada por Santiago Rusiñol en Sitges en el año 1897 y que se dedicó muy especialmente a la música.