Su función es determinar qué notas deben ser interpretadas de manera sistemática un semitono por encima o por debajo de sus notas naturales equivalentes, a menos que tal modificación se realice mediante alteraciones accidentales.
Además, si una armadura al principio de una pieza indica por ejemplo que la nota si debe ser tocada como si bemol, incluso las notas si de octavas superiores e inferiores se verán afectadas por esta regla.
Cuando un intérprete lee una partitura por primera vez, solo con ver la armadura puede hacerse una idea de la tonalidad en que se encuentra la obra.
[9] Así pues, hay 15 armaduras convencionales para tonalidades mayores y sus respectivas menores con un máximo de siete sostenidos o siete bemoles, incluyendo la armadura vacía o sin alteraciones que corresponde a la tonalidad de do mayor o cualesquiera de sus variaciones modales; como la menor, que es su relativo menor.
En cualquier caso, hay piezas escritas en estas tonalidades extremas de sostenidos o bemoles.
Un ejemplo, es el Preludio y Fuga n.º 3 del Libro 1 de «El clave bien temperado» BWV.
Más muestras se encuentran en el musical moderno Seussical de Stephen Flaherty y Lynn Ahrens, que también cuenta con varias canciones escritas en estas tonalidades extremas.
Esta circunstancia en el siglo XV era de hecho más común que las armaduras completas.
Algunas muestras de esta última opción se encuentran en las siguientes obras musicales: La ausencia de armadura no siempre significa que la música esté en la tonalidad de do mayor / la menor, ya que las alteraciones necesarias pueden ser anotadas como accidentales explícitamente según se requiera, o bien la pieza puede ser modal o atonal quedando al margen del sistema tonal.