Francesc Pujols
Empezó a escribir poesía cuando estudiaba el bachillerato, influido por la obra de Jacinto Verdaguer y Joan Maragall.Participa en los Juegos Florales de Barcelona del año 1903, donde gana la Flor Natural con el poema 'Idil·li'.En 1905, dio su primera conferencia en el Ateneo Barcelonés hablando del pintor Mariano Pidelaserra, iniciando así una trayectoria como crítico de arte agrupada posteriormente en el libro 'Recull de crítica artística' (1921).El 1908, de retorno a Barcelona, se publica su novela 'La tardor barcelonina' en la revista Papitu.Participa en la fundación de la agrupación Les Arts i els Artistes, y del semanario Papitu, que posteriormente dirigirá.En la vertiente teatral, publica 'El llibre de Job' (1922), escrito en verso pitarresco, y la tragedia 'Medeia' (1923).(Perquè serán catalans, totes les seves despeses, on vagin, els serán pagades [...] i els oferiran l’hotel, el més preuat regal que se li pugui fer a un català quan viatja.El 1926 publica en dos volúmenes la Història de l'hegemonia catalana en la política espanyola.Retorna a Cataluña en 1942, y pasa un mes recluido en la Cárcel Modelo de Barcelona.Si algo hay contraria a la fantasía por su realismo crudo y desnudo, es precisamente la religión del abajo firmante, o religión catalana y catalanista como él dice, justamente por este realismo que la caracteriza.La religión de Francesc Pujols no es un invento, sino lo contrario, un sencillo descubrimiento.Cuando el abajo firmante mediante la Hiparxiologia, al llevar el método de la observación y la experiencia al estudio de toda la existencia conocida, ha encontrado resultados que dan luz fija respecto del problema religioso fue cuando se declaró fundador de religiones, porque vio que podía fundar una propia tipo catalán, porque no sólo no es un místico de aquellos que se pican el pecho y con los ojos bajos poniéndolos en blanco de vez en cuando como mirando al cielo que los ilumina, sino que es todo lo contrario.Es el consuelo más grande que podemos tener contra las contrariedades de la vida actual y mortal.En estas condiciones, pues, Francesc Pujols, aunque sea pasando por loco como todos los que se dedican a estos asuntos, no tendría inconveniente en ponerse a las tarjetas: Francesc Pujols, fundador de religiones.Y será entonces cuando los lectores de mi libro, si todavía quedan algunos ejemplares, sabrán que tenía razón.Serán tan numerosos que la gente no podrá acogerlos a todos como huéspedes de sus viviendas, y se les ofrecerá el hotel, el más preciado regalo que se le pueda hacer a un catalán cuando viaja.Si alguien se maravilla de que Cataluña -que, en comparación con otras naciones, no tiene nada y no representa nada; que no tiene ni lo más mínimo, es decir la independencia política; la decisión de la cual no pesa nada en los consejos de Estado- esté destinada a dominar el mundo, si alguien se maravilla de esto, nosotros responderemos esto otro: "Si hubieran dicho a los romanos, cuando querían dominar Judea, que los judíos los dominarían a ellos, así como a toda Europa y América -que aún no había sido descubierta-, es seguro que se habrían puesto a reír".Más tarde, en el disco “ Je suis fou”, de 1967, Dalí afirma: “Según Pujols, el mayor filósofo catalán, y esto gustará mucho a todos mis oyentes, todos irremediablemente, buenos o malos, cretinos o inteligentes, malos en el sentido del Marqués de Sade o buenos como San Francisco de Asís, todos estamos destinados inevitablemente a llegar a ser ángeles, es decir, espíritus puros sin memoria individual”.Tanto Francesc Pujols como Dalí mostraron, a lo largo de sus respectivas trayectorias, una notable admiración por todo lo científico y una utilización irónica, mordaz en ocasiones, de estos conocimientos para distanciarse de cualquier otra opción ética o estética del momento, así como una visión crítica del catalanismo histórico.