La gran devoción existente por la Virgen de Montserrat, unida a la singularidad del entorno y la importancia cultural del monasterio, hacen de Montserrat un lugar diferente.
He aquí la característica que distingue a este destino mariano.
Diariamente, peregrinos y fieles de todos los rincones vienen a adorar a Nuestra Señora, conocida popularmente como La Moreneta.
A este reconocimiento han contribuido de manera continuada los monjes benedictinos que viven en el monasterio.
Esta diversidad y pluralidad que proyecta Montserrat al exterior hace que las personas que se acercan hasta aquí lo hagan por diferentes motivaciones: por venerar a la Virgen, por disfrutar del paraje natural, por admirar el patrimonio artístico o simplemente por realizar una visita turística.