[4] En 1939, Francia y el Reino Unido ofrecieron apoyar militarmente a Polonia en caso de una invasión alemana.
Hitler, por su parte, había esperado que tanto Francia como Inglaterra consintieran la ocupación de Polonia y buscaran la paz.
Buena parte de las fuerzas móviles francesas estaban reunidas en la frontera con Bélgica, listas para retrasar lo más posible a los alemanes.
[10] Si Bélgica pedía ayuda a Francia tempranamente, las tropas galas podrían movilizarse hacia la frontera germano-belga, aunque, de no ocurrir esto, existían tres posibles líneas defensivas más atrás.
El 24 de octubre, Gamelin dispuso que un avance más allá del Escaut solo sería posible si las tropas francesas se movilizaban lo suficientemente rápido como para detener a los alemanes.
[12] Hacia fines de 1939, Bélgica había mejorado sus defensas en el canal Alberto y aumentado la preparación del ejército.
El día 17, el Consejo Supremo de Guerra Anglo-Francés consideró esencial la ocupación de la Línea del Dyle y, ese mismo día, Gamelin emitió una directiva estableciendo una línea desde Givet a Namur, Gembloux, Wavre, Louvain y Amberes.
[20] De este modo, también sentaría las bases para una prolongada campaña por mar y aire contra el Reino Unido.
La capacidad militar alemana de 1940 se vería entonces agotada y el ataque principal contra Francia recién tendría lugar en 1942.
La penetración debía necesariamente resultar en el cerco y destrucción del grueso de las fuerzas Aliadas.
[29] Mientras Manstein ideaba nuevos planes en Coblenza, el Generalleutnant Heinz Guderian, comandante del XIX Cuerpo de Ejército, se alojaba en un hotel cercano.
[30] Manstein consideró al principio un movimiento hacia el norte desde Sedán, directo en la retaguardia de las fuerzas móviles aliadas en Bélgica.
Todos fueron rechazados por el OKH y Hitler nunca se enteró del contenido de estos.
[37] Mientras Hitler solo reconocía el potencial de un ataque en Sedán en términos tácticos, Manstein lo veía como un medio para un fin.
[38] Halder cambió súbitamente de opinión, y aceptó que el Schwerpunkt debía ser en Sedán.
Si los Aliados no reaccionaban tal como se esperaba, la ofensiva alemana podría resultar en una hecatombe militar.
[43] Solo el 50 % de las divisiones alemanas disponibles en 1940 estaban listas para el combate, a menudo estaban peor equipadas que sus equivalentes en los ejércitos británico y francés, o incluso apenas al nivel del ejército alemán de 1914.
Esta fue la única ocasión en la que carros de combate alemanes atacaron frontalmente una fortificación en toda la campaña.
El Panzergruppe Kleist tenía más de 41 000 vehículos pero solo cuatro rutas para atravesar las Ardenas.
Sin embargo, la capacidad de la artillería francesa en este respecto era dudosa, puesto que, por un lado, esta estaba diseñada para ser utilizada contra infantería; y por el otro, escaseaban las piezas tanto antiaéreas como antitanque.
Sin embargo, la moral de la 55.ª División se vio quebrantada ante los ataques aéreos alemanes, y los artilleros franceses optaron por huir.
[88] Al caer la tarde del 19 de mayo, el primer ministro francés Paul Reynaud despidió a Gamelin y lo reemplazó con Maxime Weygand, quien afirmó que su primera misión como comandante en jefe sería dormir bien por una noche.
Ese mismo día, Gran Bretaña decidió evacuar a sus tropas de los puertos del canal.
La Frankforce (comandada por el Mayor-General Harold Franklyn), compuesta por dos divisiones, se había movilizado en torno a la zona de Arrás.
Franklyn asumió que debía apoyar a la guarnición aliada en Arrás y cortar las comunicaciones alemanas en la zona aledaña.
Dinamo fue la más importante y se estima que casi 340.000 soldados aliados lograron escapar, si bien la mayoría eran ingleses.
Durante la evacuación, los alemanes lograron hundir 9 destructores aliados, así como capturar todo el armamento pesado, que se abandonó en las playas.
Si bien la suerte de la batalla estaba echada, todavía le quedaba a Alemania ocupar Francia.
Sin embargo, el ataque italiano no pudo avanzar más de unos kilómetros en un país ya derrotado, esta debilidad caracterizó a Italia durante toda la guerra.
El acuerdo estipulaba que Alemania ocuparía dos terceras partes de Francia y establecía dimensiones minúsculas para el Ejército francés; cuando los franceses se quejaron ante la dureza de las condiciones, los alemanes dejaron claro que no cederían en ningún punto.