Luego de penetrar algunos kilómetros, hicieron frente a una tenaz resistencia que les impidió alcanzar sus objetivos primarios.
[1] Hacia fines de los años 20, el primer ministro italiano, Benito Mussolini, se expresó con cada vez mayor urgencia sobre la expansión imperial, aduciendo que Italia necesitaba una válvula para su población sobrante y que ayudar a Italia en dicha empresa estaría en los mejores intereses de otros países.
[4] Pese a no estar entre sus objetivos públicamente anunciados, Mussolini buscaba disputar la supremacía francesa e inglesa en el Mediterráneo, al que se consideraba estratégicamente vital debido a que era la única vía de comunicación entre Italia, y los océanos Atlántico e Índico.
La contribución militar fue tan grande que jugó un papel decisivo en la victoria del bando nacionalista liderado por Francisco Franco.
Mussolini se refirió a este acuerdo como un Eje Roma-Berlín, alrededor del cual Europa giraría en torno.
París rechazó las demandas, aduciendo que la verdadera intención de Mussolini era hacerse con Niza, Córcega, Túnez y Yibuti.
[35] Al día siguiente, el gobierno francés abandonó París, declarándola ciudad abierta, y huyó a Burdeos.
[47] François-Poncet y el agregado militar francés en Roma, General Henri Parisot, declararon que Francia no haría una guerra deprisa (guerre brusquée), de modo que no se contemplaba ninguna acción militar ofensiva contra Italia con los recursos cada vez menores de Francia.
[55][56] En la madrugada del día 11, tras la declaración de guerra, los soldados fueron movilizados desde sus cuarteles y tomaron posiciones defensivas.
Los franceses, para evitar represalias por parte de Italia, bloquearon las pistas e impidieron a los Wellington despegar.
[70] Con veinte civiles muertos en Trapani y veinticinco en Palermo, estos fueron los bombardeos franceses más duros en suelo italiano.
Ese mismo día ordenó al Grupo de Ejércitos Oeste prepararse para iniciar una ofensiva en tres días, un plazo irracionalmente agresivo.
La implicación era clara: Italia debía respaldar sus reclamos con acciones militares si querían apoyo alemán para las mismas.
[nota 8] El Almirante Domenico Cavagnari, jefe del Estado Mayor de la Regia Marina, se oponía a una batalla decisiva entre dos flotas.
En respuesta, las baterías costeras italianas al oeste de Génova y en Savona, así como un tren blindado[nota 10] abrieron fuego sobre las naves francesas hostiles.
Debido a la niebla, el oficial al mando, Teniente Giuseppe Brignole, creyó que podría lanzar sus torpedos hacia los buques enemigos, pero fue detectado por éstos cuando tomaba posición.
El Teniente Brignole fue condecorado con la Medalla Dorada al Valor Militar por su decidido ataque hacia una fuerza mucho mayor.
[74] Dicho bombardeo solo causó daños menores, y fue la última operación naval combinada anglofrancesa hasta la rendición de Francia.
[98] Livorno, en la Italia peninsular, fue atacada por aviones navales franceses durante las últimas acciones antes de la capitulación, resultando destruidos un hotel y un complejo turístico situado en un balneario.
[111] Ese mismo día, un batallón del 65.º Regimiento Motorizado de la 101.ª División se enfrentó a la infantería francesa y fortificaciones mientras intentaba atacar el Redoute por la retaguardia.
[113] Asimismo, tenían un puesto de avanzada en Arcellins compuesto por tres blocaos, que buena parte del tiempo se encontraban ocultos en la niebla.
[113] Al mediodía del 21 de junio, la columna central comenzó a descender por el Col des Lacs Giaset.
La Armada italiana intentó llevar a cabo algunos desembarcos, pero la operación fue cancelada en su totalidad luego de que algunas embarcaciones encallaran.
La División Cosseria recibió fuego desde los ouvrages de Cap Martin y Mont Agel, que destruyeron un tren blindado.
LAs tropas francesas continuaron luchando pese a haber sido rebasadas, disparando los cañones de la fortaleza hacia las naves costeras italianas hasta el armisticio.
Ese mismo día, la casamata de Pont Saint-Louis se batió a duelo por última vez con los italianos.
Sin embargo, Roatta convenció finalmente a Mussolini de que ya era tarde para modificar las demandas.
Más importante aún, se ordenó la desmilitarización en un plazo de quince días las bases navales en Toulon, Bizerta, Ajaccio and Oran.
[nota 18][134][135][51][107] En el Ejército de los Alpes hubo 20 muertos, 84 heridos y 154 fueron tomados como prisioneros por los alemanes que avanzaban desde Lyon.
[51] Todos los prisioneros italianos —posiblemente 1141, aunque no existen registros oficiales[107]— fueron inmediatamente liberados, pero los negociadores del armisticio parecieron haber olvidado a los franceses, que fueron enviados al campo Fonte d'Amore, cerca de Sulmona, en donde más tarde se les unieron 200 británicos y 600 griegos.