Al habérseles agotado sus municiones, los soldados se rindieron asumiendo que serían tratados según la Convención de Ginebra.
Aun cuando le habían disparado, el Artillero Brian Fahey sobrevivió sin que los soldados SS lo notasen.
Al concluir que estos métodos eran demasiado lentos, los soldados SS simplemente dispararon sus armas contra el galpón.
[4] Varios prisioneros británicos pudieron escapar, mientras que unos cuantos, como Fahey, fueron abandonados al darlos por muertos.
Sin embargo, Mohnke nunca fue llevado a juicio por cualquier participación en los crímenes de guerra basados en estos asesinatos.