[1] La granada de mango fue introducida en 1915 y el diseño se desarrolló en la Primera Guerra Mundial.
La granada se componía de un mango hueco con un detonador y una cabeza explosiva en un extremo.
Dentro del mango hueco, una cuerda con una esfera de porcelana iba atada al detonador.
Los fragmentos de la manga eran esparcidos en la detonación, haciendo a la granada más efectiva contra los soldados.
[2] El diseño también minimizó el riesgo de que la granada rodase cuesta abajo cuando se usaba contra una colina, un parapeto o en zonas urbanas.
Estas granadas eran extremadamente útiles para despejar posiciones de infantería en las trincheras, aunque no eran efectivas contra vehículos blindados y fortificaciones.
La Stielhandgranate tuvo numerosas variantes, siendo empleadas varias versiones durante la Primera Guerra Mundial antes que un diseño estable aparezca en 1917.