Estos derribos se les acreditaron a los Feldwebels Hans Troitsch y Alfred Held del Grupo de caza II./Jagdgeschwader 77.
[4] La RAF había entrado en la Segunda Guerra Mundial sin contar con un bombardero pesado estratégico que fuese apto para ese tipo de misiones.
[9] Si las fuerzas aéreas aliadas hubiesen lanzado en esa época un ataque a gran escala sobre la región alemana del Ruhr, la Luftwaffe no podría haber hecho nada efectivo para evitarlo.
El '‘‘Fw 190’’ demostró ser más maniobrable y estar mejor armado, sin embargo su rendimiento por encima de los 6.000 metros se veía reducido en comparación a los últimos modelos del Bf 109.
En etapas posteriores de la campaña, los '‘‘Fw 190’’ fueron equipados con armamento pesado, haciendo que su rendimiento a gran altura disminuyese aún más.
Durante los primeros doce meses de la intervención norteamericana, la esperada ofensiva total contra los objetivos alemanes no tuvo lugar.
El "B-24" tenía una velocidad superior, mayor alcance y mayor capacidad para cargar de bombas que el "B-17", pero no podía mantenerse en formación por encima de los 6.400 metros, lo que le hacía más vulnerable a la artillería antiaérea ("Flak") y a los cazas.
[17][18] Adolf Galland, capitán y as de la Luftwaffe, describe aquí el ataque contra un Boeing B17 peleón: «Estaba a doscientas yardas (182.88 metros) por su cola.
[19] Este le escribió al general Friedrich von Boetticher (que había sido agregado militar alemán en Washington):
[2] Sin embargo, la diferencia más importante entre la estrategia norteamericana y la británica fue el énfasis puesto por los estadounidenses en destruir la Luftwaffe.
[27] Los cazas P-47 y Spitfire operados por la 8.ª Fuerza Aérea, no tenían alcance suficiente para escoltar en profundidad sobre el territorio enemigo a los bombarderos de la USAAF.
Los alemanes ponían en el aire cazas cada vez mejor armados y más capacitados para hacer frente a los bombarderos pesados estadounidenses.
Este movimiento significaba un potencial desastre para la Luftwaffe ya que el Reich podría ser atacado desde dos direcciones.
Kammhuber había sugerido que sus cazas nocturnos merodearan sobre las bases de los bombarderos en Gran Bretaña y les atacasen cuando despegaran.
Fue llevado a Gran Bretaña y la información conseguida permitió elaborar nuevas tácticas para las oleadas de bombarderos.
La batalla del Ruhr le costó a la RAF 923 bombarderos y perdieron otros 813 más en Hamburgo.
El ministro de propaganda del Tercer Reich Joseph Goebbels denunció los ataques aéreos como auténticos "atentados terroristas" y pidió a la gente que se manifestase en un intento por mejorar la moral.
Wiese fue retirado del mando y Hans-Jürgen Stumpff, un piloto con más experiencia, fue designado como su comandante.
[44] El general Eaker fue reasignado a otro puesto como Comandante en Jefe de las Fuerzas Aéreas Aliadas del Mediterráneo.
La USAAF lanzó la Operación Argument, una serie de misiones contra objetivos alemanes que llegó a conocerse como "Semana Grande".
Si los Aliados derrotaban a la Luftwaffe y lograban la superioridad aérea, la invasión de Europa podría realizarse.
El Jefe del Alto Mando de las fuerzas aéreas británicas, Charles Portal, le ordenó cumplir esa tarea.
[48] Si bien Spaatz reivindicó una victoria en esa batalla,[48] la producción alemana de cazas solo se vio mermada muy ligeramente.
[57] Si bien por la noche los cielos de Francia estaban tranquilos la mayor parte del tiempo, en ocasiones la Luftwaffe infligía a los Aliados numerosas bajas.
Los comandos aéreos sufrieron en esa etapa más víctimas que las fuerzas del Ejército británico en Normandía.
[60] Sin embargo, si bien la intervención del Mosquito incrementó la tasa de pérdidas entre los cazas nocturnos alemanes, su impacto fue limitado.
[62] El Fw 190A-8/R2 estaba blindado y era en gran medida invulnerable al fuego defensivo de los norteamericanos.
Los alemanes perdieron nueve cazas y otros tres sufrieron daños al aterrizar, cinco pilotos resultaron muertos.
Una formación de Bf 110 que los interceptó, logró derribar 13 bombarderos, muriendo 17 tripulantes y resultando heridos otros siete.
[88] En abril, la lucha llegaba a su fin, en ese mes tuvieron lugar las últimas misiones de la RLV.