Los arqueólogos denominan este nivel “un evento de alta energía”, que puede haber sido una fuerte tormenta o un tsunami.
Se supone que la puerta de herradura conservada en la actual calle Romero Murube era un acceso a la ciudad, no al Alcázar.
[29] En el siglo XIX, Joaquín Domínguez Bécquer vivió durante años en una casa del patio de Banderas.
[38] Alfonso XIII y su esposa Victoria Eugenia de Battenberg viajaron numerosas veces a Sevilla.
[44] También ha sido visitado por otras personalidades que pasaron por la ciudad, como el príncipe de Gales en 2012,[45] Harrison Ford en 2016,[46] Barack Obama en 2019[47] o Hillary Clinton en 2024.
[52] Según José Gestoso, el nombre se debía a que estaba decorada con relieves de cacería.
[61] Probablemente, esta fuese a sala donde estaba el tribunal presidido por Pedro I, aunque existen otras hipótesis sobre su posible localización.
[67] Al igual que en otros lugares del Alcázar, en este patio se han realizado varias reformas a lo largo de su historia.
El marqués de Vega-Inclán, entonces conservador del Alcázar, encargó en 1912 su recuperación y restauración al arquitecto José Gómez Millán.
[75] A continuación, se halla la denominada sala de Audiencias, transformada en capilla en el siglo XVI.
Según las investigaciones arqueológicas, el palacio del rey Pedro constituyó un proyecto de nueva planta, que se elevó en un lugar donde existían construcciones anteriores.
Esto hizo que este palacio de Pedro I albergase diversas escrituras en árabe ensalzando su figura.
[85][86] En casi todos los zócalos del palacio puede leerse la frase "¡Gloria a nuestro Señor el sultán Don Pedro, que Alá lo proteja!
[70] En la banda superior hay ventanas, geminadas en sendos laterales y tripartita en espacio central, con columnas de mármol sosteniendo sus arcos lobulados.
En 1637 el historiador Rodrigo Caro especuló que podría llamarse así porque ahí era donde se criaba a los niños o porque es un patio muy pequeño.
El interior está dividido en dos salas, que se comunican por una entrada con tres arcos de herradura.
[107] De ser así, la alcoba Real, que se encuentra al lado,[107] pudo haber sido un presbiterio.
[115] Junto a este salón hay dos estancias, una al norte y otra al sur,[116] en las que hay distribuidas 26 placas de yeso recortadas y perfiladas a buril para que las figuras representadas destaquen sobre el fondo de ataurique.
En ambas salas las placas de yeso representan reyes, príncipes, caballeros, damas, torneos y animales fantásticos.
[59] Estas escenas pueden estar inspiradas en el Libro de la montería, escrito por Alfonso XI,[59] y en la Crónica troyana.
[129] Junto a ella hay una habitación más pequeña, conocida como sala Cantarera, que desde 2015 es empleada para exposiciones temporales.
[120] En la Baja Edad Media había configurado un Alcázar con edificios de distintas épocas, pequeños patios ajardinados y grandes huertas.
[134] Fueron reformados en el siglo XVI y a comienzos del siglo XVII, conservando como herencia musulmana el concepto de jardines compartimentados sin ninguna vinculación entre ellos, al igual que lo habitual de las fuentes bajas, los azulejos y los naranjos.
Estas estatuas fueron fotografiadas por última vez por Jean Laurent en el siglo XIX, pero en la actualidad se encuentran desaparecidas.
[144] En el lado sur hay una galería con arcos de medio punto y detalles grutescos en las columnas que fue realizada por Vermondo Resta en 1606.
La puerta recibe ese nombre porque tiene una pintura en el frontispicio que representa la lucha entre Hércules y Anteo.
[152] El jardín se dibujó como un gran rectángulo dividido en ocho compartimentos a lo Vignola, delimitados con setos de mirto y bonetero.
[155] En 2008 se encontraron en esta zona restos arqueológicos romanos, visigodos y de tres casas almohades.
[165] En 1849 Joaquín Domínguez Bécquer realizó un retrato de la infanta María Luisa con su primogénita en brazos en los jardines del Alcázar.
Entre 1920 y 1925 Manuel García pintó Jardines del Alcázar, Sevilla, que se conserva en el Museo Thyssen de Málaga.