Se trataría de un gran edificio para 150 alumnos, sus maestros y la servidumbre.
[5] El colegio ya tenía algunos alumnos a finales del siglo XVII.
[3][15] La Universidad de Mareantes continuó teniendo el palacio como sede hasta que fue suprimida en 1793.
[18] Bécquer mostró interés por la literatura y conoció ahí al futuro escritor Narciso Campillo, con el que colaboraría.
El Gobierno les dijo que fijasen su residencia en Sevilla, para mantenerlos lejos de la capital y evitar que el duque de Montpensier se metiese en la política nacional.
[19][20] El matrimonio se trasladó a Sevilla, y tras residir en el Alcázar, decidió mudarse al Palacio de San Telmo.
[23] En 1849, el edificio había pasado a depender del Ministerio de Instrucción Pública.
[26] Balbino Marrón llevó a cabo reformas arquitectónicas en el palacio hasta su muerte, en 1867.
En torno a 1852 diseñó las fachadas sur y este, así como el torreón que hace ángulo entre ambas.
[24] En 1855 proyectó la fachada norte, con una puerta que da acceso a un apeadero.
[29] Estos planes le valieron en julio la expulsión de España al duque y la infanta, que se trasladaron a Lisboa.
[30] Con posterioridad a 1876 realizaría reformas menores el arquitecto Juan Talavera de la Vega.
Los recién llegados se trasladaron al Palacio de San Telmo en un coche tirado por seis caballos.
Al llegar a su destino, fueron recibidos por una compañía del regimiento de infantería Soria número 9.
Fueron recibidos en el Salón Blanco del palacio por Antonio de Orleans, su esposa María Luisa y sus hijos Antonio, Cristina y María de las Mercedes.
En ella manifestaba que su hija, María de las Mercedes, aceptaba casarse con Alfonso XII.
[24] La parte superior se decoró con doce estatuas del escultor Antonio Susillo que representan a personajes sevillanos o ligados a la historia de la ciudad.
[37] Juan Talavera y de la Vega realizó obras en el palacio para obtener aulas.
[38][39] En 1926, siendo arzobispo el cardenal Eustaquio Ilundain, el seminario vendió parte de los jardines para financiar obras en el interior del palacio, realizadas con un proyecto de los arquitectos bilbaínos José María de Basterra, que ya había trabajado para Ilundain en Orense, y Emiliano Amánn.
[35] En 1962, el interior de la zona norte del edificio fue reformado en estilo moderno para crear nuevas estancias.
[35] En 1967, el cardenal Bueno Monreal propuso la conversión del edificio en Parador de Turismo, aunque el proyecto no se llevó a cabo.
[40] El arquitecto Guillermo Vázquez Consuegra realizó una segunda reforma del edificio entre 2005 y 2010.
[50] En 2012, el palacio fue visitado por el entonces príncipe de Gales, hoy Carlos III, rey del Reino Unido.
[11] En el primer cuerpo se encuentra la entrada y, a ambos lados, columnas con diversos relieves.
En el segundo cuerpo hay un balcón sostenido por figuras de atlantes y, a ambos lados del mismo, columnas jónicas junto a doce estatuas de doncellas que representan las asignaturas que se impartían en el colegio: Aritmética, Geometría, Trigonometría, Náutica, Astronomía, Cosmografía, Hidrografía, Pintura, Escultura, Arquitectura, Artillería y Planimetría.
Pasada la portada se accede a un zaguán, en cuyo techo es de destacar la obra "Parra en otoño" realizada por Carmen Laffón[55], tras este, está el patio principal,[10] realizado por Leonardo de Figueroa.
[56] En el otro lado de este patio se halla la entrada a la capilla.
[10] El patio está rodeado por una galería con pilares cuadrados que, en su parte exterior, tienen adosados capiteles jónicos.
[56] Las pilastras, los frisos, las jambas y otros elementos del patio están decorados con relieves.
[56] Sobre el zaguán de acceso al patio hay una pequeña torre con un reloj y sobre la parte de acceso a la capilla hay otra semejante con unas campanas.