Miguel Mañara

[2]​ Él mismo dijo haber llevado una vida licenciosa antes de su conversión, por lo que a partir del siglo XIX algunos le han comparado con don Juan Tenorio.

[13]​ Tomás fue hermano mayor de la Hermandad de San Pedro Mártir, constituida por familiares del Santo Oficio, y le correspondía llevar el estandarte del Santo Oficio en los actos públicos.

[15]​ Su padre, Tomás, obtuvo en 1633 licencia de Felipe IV para establecer un mayorazgo en la familia.

[19]​ Un amigo de la infancia, Manuel Velázquez, dijo de él que era: Sus hermanos mayores, Juan Antonio y Francisco, fallecieron en 1640, por lo que el mayorazgo establecido por su padre le correspondió a Miguel.

[29]​ Se planteó retirarse del mundo para llevar una vida religiosa con los cartujos, los franciscanos o los mercedarios.

Tras esto, Mañara decidió regresar a su palacio dándole gracias a Dios por todos los beneficios que le hacía y, posteriormente, supo que aquella noche le estaban esperando para matarlo.

[39]​[40]​ Cabe destacar que, en ese momento, no podía estar teniendo lugar ningún entierro.

En 1604 tuvo lugar un sínodo convocado por el arzobispo Fernando Niño de Guevara que disponía que a los muertos no se les podía enterrar de noche y esta normativa seguía vigente.

[40]​ Existen referencias a la Hermandad de la Santa Caridad desde mediados del siglo XV.

[42]​ Hay registros de la misma desde 1565, posiblemente por la incorporación del primer escribano a la hermandad.

[41]​ En 1588 la hermandad acordó instalarse en la Capilla de San Jorge, que se encontraba en las Atarazanas.

[43]​ Las obras quedaron paralizadas en 1658, cuando ya estaba levantada la nave principal y la capilla mayor.

En aquel momento, algunos miembros de la hermandad se opusieron y otros dijeron que lo hiciese, pero sin prestarle ayuda.

[58]​ En 1666 Mañara mandó a vender en América varios objetos suyos valiosos, entre los cuales había una sortija de oro con nueve diamantes, y logró sacar unos 3000 pesos, que donó la Caridad.

Con ellos pudieron comprar el almacén y compraron cuatro camas especiales para aquellos pobres enfermos que tenían que quedarse en el hospicio hasta ser trasladados a algún hospital.

En 1669 los hermanos solicitaron a Mañara que buscase fondos para terminar esta iglesia.

[63]​ La labor escultórica fue realizada por Bernardo Simón de Pineda y Pedro Roldán.

[64]​ Mañara estimó necesario la construcción de una enfermería, así como una cocina en la que guisar a los pobres, un guardarropa y oficinas.

El obispo de Cuzco, Manuel Mollinedo y Angulo, que también se encontraba en la ciudad de camino a América y que había visitado la Caridad, le aconsejó al capitán que donase dinero a esta obra y este dejó un legado con esa cantidad.

Las obras comenzaron inmediatamente y, en septiembre de 1677, se terminó la segunda enfermería.

[80]​ Habla de la confusión en el lenguaje, que engaña y desconcierta a los no avisados:[81]​ También expresa su indignación por los hipócritas, que aparentan ser virtuosos y tapan sus malas acciones.

También padeció una convulsión nerviosa en la boca y dolores extremadamente fuertes, de los que nunca se quejaba.

[84]​ Por esta época mantuvo una conversación con el arzobispo Ambrosio Ignacio Spínola y Guzmán, que era amigo suyo, mientras repartía limosnas en la puerta del palacio arzobispal.

La enfermedad empeoró y el arzobispo le visitó un par de veces.

[90]​ El 19 de mayo comenzó un novenario en su memoria, con la participación por turnos del clero sevillano.

[98]​ Louis-Antoine Tenant de Latour estuvo en Sevilla en 1848 y escribió Études sur l'Espagne et l'Andalousie en 1855, donde indica que don Juan Tenorio y Miguel Mañara son personas diferentes.

[106]​ Cárdenas alentó que la Hermandad de la Caridad iniciase el periodo informativo diocesano para la canonización.

En 1776 se enviaron los escritos de Mañara a Roma para garantizar su ortodoxia.

En 1777 se interrogó a ocho clérigos españoles en Roma sobre la vida, las virtudes y los milagros de Mañara.

En 1802, gracias a gestiones con Carlos IV, se logra levantar la suspensión de la causa, pero el proceso no continuó.

Miguel Mañara lee la regla de la Hermandad de la Caridad (1681), Juan de Valdés Leal , Sevilla, Hospital de la Caridad .
Espada de Miguel de Mañara junto a una silla y una antigua caja de caudales en la sala del cabildo del Hospital de la Caridad de Sevilla
Máscara mortuoria de Miguel de Mañara.
Estatua de Miguel de Mañara, en los jardines de la Caridad, en Sevilla, obra del escultor Antonio Susillo , realizada en el año 1902, con posterioridad a la muerte del escultor, a partir de la figura que había realizado Susillo en 1895 para galería de los doce sevillanos ilustres del exterior del Palacio de San Telmo .
Lápida sepulcral de Miguel Mañara en la Iglesia de San Jorge .
Los rosales que se consideran traídos a la Caridad por Miguel Mañara hacia 1671 fueron colocados en una azotea, luego en un patio en 1802 [ 109 ] ​ y, finalmente, en otro patio 1920, junto a un monumento con un busto realizado por José Lafita Díaz . [ 9 ]