Posteriormente se hizo elegir por los nobles y ungir por los obispos el 30 de abril del 642.
El VII Concilio de Toledo celebrado en el 646 consintió y respaldó sus actos, endureciendo las penas a aplicar a cualquiera que se alzase contra el rey e incluso contra los clérigos que le prestasen apoyo.
Con la colaboración del prestigioso clérigo Braulio de Zaragoza, inició la elaboración de un código legislativo único para godos e hispanorromanos, que sería terminado y promulgado por su hijo Recesvinto.
Según Edward Gibbon, durante su reinado, los musulmanes efectuaron distintas incursiones contra la península ibérica:
Esta interpretación plantea un problema de difícil resolución, ya que el Califato ortodoxo estaba luchando todavía por conquistar Tripolitania, hoy Libia.