Nuño González de Lara el Bueno

[1]​ En 1244, cumpliendo las órdenes del rey Fernando III, y acompañado de su cuñado, Rodrigo Fernández de Castro, puso sitio al municipio de Arjona, que capituló tras la llegada del monarca castellano-leonés y sus tropas.Entre los años 1245 y 1246 apareció como confirmante en numerosos privilegios reales.

En Castilla la Vieja recibió además en propiedad la villa de Torrelobatón y sus aldeas, cediéndole además el rey las rentas reales de La Bureba y La Rioja.

El soberano aragonés se comprometió en dicho acuerdo a prestar ayuda al infante Enrique y a sus acompañantes hasta que Alfonso X hubiese satisfecho sus demandas.

A mediados de diciembre las tropas castellanas ocuparon Orduña y el señor de Vizcaya se vio obligado a reconocer a Alfonso X como soberano y señor, aunque el rey, aplicando el Fuero Viejo de Castilla, traspasó los municipios de Orduña y Valmaseda al realengo.

Sin embargo, el rey Jaime I no le acogió en su reino, lo que movió al infante a solicitar la ayuda de los monarcas de Francia e Inglaterra.

[6]​ Tras la reunión de los magnates conjurados en Lerma, Alfonso X intentó descubrir qué había ocurrido realmente en ella, comunicándose con su hermano el infante Felipe y con el señor de Lara.

A pesar del descubrimiento de las cartas que probaban la traición de los nobles, Alfonso X las ignoró y se dispuso a negociar con los sublevados, aunque les ordenó que suspendiesen sus conversaciones con el rey de Navarra, orden que fue desobedecida por ellos, y por su parte, Nuño González de Lara declaró roto su compromiso con Alfonso X el Sabio, que le obligaba a no establecer posturas con musulmanes o cristianos sin antes hacerlo saber al rey.

En septiembre de 1272 se reanudaron las negociaciones en la ciudad de Burgos, aunque los nobles se negaron a alojarse en la ciudad y lo hicieron en las aldeas cercanas, y desde allí comunicaron al rey que si deseaba transmitirles algún mensaje lo hiciese por medio de sus emisarios.

Alfonso X acordó poco después una alianza con el reino de Navarra, anulando con ello los acuerdos establecidos entre los magnates sublevados y el monarca navarro.

Antes de dirigirse a Granada, los magnates saquearon el territorio, robando ganado y devastando algunas tierras a su paso, a pesar de que el rey les envió mensajeros, portando cartas en las que se recordaba a los sublevados los favores que habían recibido de él, así como su traición al romper sus vínculos vasalláticos con el soberano.

En 1275 los benimerines, aliados de los musulmanes granadinos, invadieron Andalucía y atacaron el valle del Guadalquivir, aprovechando la ausencia de Alfonso X el Sabio.

No obstante, temiendo que su actuación fuera tachada de cobardía, resolvió dejar Écija y librar batalla campal contra los musulmanes.

[16]​[17]​ Fueron padres de: Aunque Salazar y Castro incluye a la siguiente como hija de este matrimonio, el historiador Carlos Barquero Goñi opina que María fue hija ilegítima del conde Nuño.

Estatua ecuestre que representa a Fernando III, rey de Castilla . Sevilla .
Alfonso X el Sabio tomando posesión del mar después de la conquista de Cádiz , de Matías Moreno. 1866. ( Museo del Prado ).
Retrato que representa a Alfonso X el Sabio , rey de Castilla .
Tierras de labor en el municipio sevillano de Écija. En el transcurso de la batalla librada en Écija en septiembre de 1275, perdió la vida Nuño González de Lara.