Durante la época romana el Mar Menor fue llamado Palus[9] y albergó actividad económica centrada en la industria de salazones dedicadas a la producción del garum y el tráfico marítimo.También fue empleado como un puerto de refugio, incluyendo naves pesadas pues en ese momento la profundidad era mayor.Se colocaban en las golas o canales naturales que comunican el Mar Menor con el Mediterráneo.En el siglo XIII, cuando Alfonso X conquistó el reino de Murcia expulsó a los hispanomusulmanes e incentivó que nobles y caballeros procedentes de Aragón, Cataluña y Murcia se asentaran en la zona[9].[14][15] Tras la reconquista de Granada los ataques berberiscos continuaron golpeando el litoral, lo que provocó que fuera una zona despoblada por la gran inseguridad para sus habitantes por lo que Carlos V y Felipe II mandaron la construcción de tres torres vigía en La Manga y una adicional en Cabo de Palos.Por su solidez y proporciones sirvió de modelo para las que, años después, se edificaron en el litoral murciano.En el siglo XVII acabaron las incursiones berberiscas y la actividad pesquera en la albufera se había convertido en un lucrativo negocio que puso en disputa a los concejos de Cartagena y Murcia por su dominio, hasta el punto que los pleitos entre los pescadores de ambas ciudades tuvieron que resolverse al más alto nivel, llegándose a un límite de enfrentamiento jamás conocido, solo resuelto con la división del Mar Menor en dos zonas delimitadas.Por ello se construirá en 1904 el Hotel-Balneario La Encarnación en Los Alcázares, que albergaría unos baños termales.En el siglo XX se produce la urbanización de La Manga del Mar Menor.En 1956 Tomás Maestre Aznar, abogado y empresario, logró convencer a su tío Tomás Maestre Zapata para que le vendiese el conjunto de sus derechos en La Manga Norte y tras diversos litigios con otros familiares y con José Celdrán, propietario de La Manga Sur, lograría hacerse con la totalidad del cordón litoral.Una vez consolidado su dominio sobre la zona y con el capital que había logrado reunir, inició las primeras pesquisas urbanísticas en esta franja de terreno.[16] Al final se ha producido un urbanismo sin control que ha hecho desaparecer playas y que ha tenido nefastas consecuencias en lo medioambiental: se produjeron vertidos de aguas fecales descargados durante años y un aumento de la presión turística.Respecto a las precipitaciones, los acumulados medios anuales se sitúan por encima de los 300 mm, concentrándose normalmente en pocos días, principalmente en invierno, primavera y sobre todo otoño, pudiendo ser torrenciales en situaciones de gota fría, con valores superiores a los 100 mm en menos de 24 horas, ocasionando riadas e inundaciones.La nieve, extraordinariamente rara, puede sin embargo caer en situaciones excepcionales de entrada fría.El viento sopla normalmente de componente estenoreste en primavera y sobre todo verano, gracias a la importante influencia de la brisa marina, que además sirve para moderar las temperaturas máximas durante el verano.Las ramblas que desembocan en el Mar Menor son, de norte a sur:[27] El Mar Menor cuenta con el Acuífero del Campo de Cartagena, cuya capa superior se denomina Cuaternario.Componen la pradera marina del Mar Menor, las siguientes algas, yerbas y plantas: Las especies capturadas tradicionalmente en la pesca profesional son:[30] En la actualidad, continua principalmente el de la dorada.Las encañizadas se encuentran entre el Mar Menor y el Mediterráneo, siendo un sistema de pesca tradicional.Por tanto, con consecuencias difíciles de prever pero en ningún caso positivas en el corto y medio plazo.c) Las destinadas a uso de cultivos marinos notificadas y reflejadas en las correspondientes cartas náuticas.
Mapa de la Sierra minera de Cartagena- La Unión y el Mar Menor
Espacios naturales protegidos del Campo de Cartagena y del Mar Menor.