Normalmente se considera como la precipitación menos la evapotranspiración real y la infiltración del sistema suelo.
Según dicha teoría, la escorrentía se formará cuando los compartimentos del suelo estén saturados de agua.
De modo similar, en lugares en los que hay abundantes materiales sueltos o muy porosos, es muy alto el porcentaje de agua que se estanca.
Los principales parámetros que afectan la escorrentía son:[1] La comparación entre estas variables permite obtener información sobre los procesos que se pueden presentar bajo diferentes situaciones.
Las condiciones en las que se encuentra el suelo en el momento en que se produce la precipitación, afectará de forma sustancial el escurrimiento o escorrentía.