Esta saga debe su prestigio a la actividad iniciada por Miguel Zapata Sáez, "el tío lobo" empresario minero de La Unión y Cartagena del que su abuelo paterno, José Maestre Pérez, fue yerno y llegó a ser ministro durante el gobierno de Maura .
El joven emprende sus primeras incursiones en el sector inmobiliario con diversas experiencias en Madrid y la Costa del Sol, que le sirvieron para obtener conocimientos en materia empresarial turística.
Comienza a fraguarse en su mente el sueño de convertir La Manga del Mar Menor en un centro turístico, deportivo y recreativo sin parangón en España.
En 1956 Tomás Maestre Aznar logró convencer a su tío Tomás Maestre Zapata para que le vendiese el conjunto de sus derechos en La Manga Norte y tras diversos litigios con otros familiares y con José Celdrán, propietario de La Manga Sur, lograría hacerse con la totalidad del cordón litoral.
[3][4][5] Una vez consolidado su dominio sobre la zona y con el capital que había logrado reunir, inició las primeras pesquisas urbanísticas en esta franja de terreno.