Es geológicamente interesante por ser un lugar donde se dan fenómenos de karstificación.
El cabezo contiene comunidades vegetales muy singulares entre las que destacan los endemismos iberoafricanos como el cornical (periploca angustifolia), el arto (maytenus senegalensis) y el oroval (Withania frutescens), los cuales crecen junto con el espino negro (Rhamnus lycioides), el palmito (Chamaerops humilis) y el esparto (Stipa tenacissima).En la ladera sur del Cabezo de San Ginés se abre uno de los más importantes yacimientos paleontológicos, la Cueva Victoria, donde se han encontrado numerosos fósiles de fauna del pleistoceno así como posibles restos humanos datados en 1.200.000 años, y que posiblemente correspondan al Homo habilis.
Al este del cabezo se sitúa desde la Edad Media el Monasterio de San Ginés de la Jara, un monasterio franciscano en la actualidad en ruinas.
De las nueve ermitas del monte Miral que existían, sólo cinco se mantienen en pie y en estado ruinoso.
En la actualidad está protegido dentro del espacio denominado Espacios abiertos e islas del Mar Menor con la categoría de Parque natural y ZEPA.