Invasión paraguaya de Corrientes

Entonces López solicitó permiso al presidente argentino Bartolomé Mitre para que sus tropas atravesaran la provincia de Corrientes rumbo al río Uruguay, tanto para reiniciar la guerra civil en el Uruguay, como para atacar territorio brasileño, en el estado de Río Grande del Sur.

Pero Mitre negó completamente tal permiso, argumentando que la neutralidad lo obligaba a no permitir el paso de tropas por territorio propio.

Si bien se consignó constituir algunos grupos, finalmente decidieron reorganizarse mediante un repliegue en los departamentos del interior provincial.

El resto, una importante fracción de la población, no generó oposición ni resistencia a las tropas paraguayas.

[4]​ Por la tarde, mientras una columna de 800 hombres de caballería llegada por tierra ingresaba también en la ciudad, Robles reunió una asamblea popular, aparentemente formada exclusivamente por miembros del partido federal, y opositores al gobierno nacional, que era detentado por continuadores del partido unitario.

En la práctica, la acción política local la llevaba adelante Cáceres, mientras que en lo referido a asuntos comerciales y relaciones con el Paraguay, el triunvirato se limitaba a refrendar las indicaciones de los comisionados paraguayos José Bergés, Miguel Haedo y Juan Bautista Urdapilleta.

Entre ellos se destacó el coronel Cayetano Virasoro, aunque posteriormente fue acusado de haber prestado colaboración a los paraguayos.

En los días siguientes, las tropas paraguayas continuaron recibiendo refuerzos, hasta llegar a algo más de 25 .000 hombres.

Allí logró reunir unos 3500 voluntarios, muchos de los cuales sin ninguna experiencia militar, y con muy poco armamento.

La arenga que el presidente Mitre pronunció el día que llegó a Buenos Aires la noticia del ataque –que incluía la después denostada frase ¡En 24 horas a los cuarteles, en quince días en Corrientes, en tres meses en Asunción!– alimentó las ansias de venganza de los argentinos.

Breve ventaja en la columna invasora del río Paraná que se perdió definitivamente nueve días después en el combate de Palmira.

El coronel Manuel Vallejos dejó en evidencia que las tropas invasoras no tenían capacidad para enfrentarse a un ejército organizado.

[6]​ Los paraguayos –comandados por el mayor José del Rosario Martínez– se retiraron hacia Empedrado, reorganizándose y recibiendo a cada momento nuevos contingentes.

La formaban nueve buques, casi todos acorazados, y su comandante era el comodoro Francisco Manuel Barroso da Silva.

Una vez en territorio brasileño, Estigarribia avanzó sin encontrar resistencia hacia el sur, ocupando sucesivamente São Borja e Itaquí.

También las fuerzas brasileñas, al mando del teniente coronel Joaquim Rodrigues Coelho Nelly, compuestas de 1200 hombres, se dirigían hacia Concordia.

Además marchaban hacia allí 1400 hombres de caballería correntina al mando del general Juan Madariaga.

[14]​ Algunos infantes siguieron resistiendo al norte del arroyo Yatay, pero fueron derrotados por la caballería correntina de Juan Madariaga.

Solamente unos cien hombres se salvaron cruzando a nado el Uruguay e incorporándose al ejército de Estigarribia.

[15]​ Muchos soldados paraguayos fueron obligados a tomar las armas contra su propio país, reemplazando las bajas producidas en las divisiones aliadas, especialmente las orientales.

Las fuerzas aliadas del cerco contaban en ese momento con 17 346 combatientes, de los cuales 12 393 brasileños, 3802 argentinos[17]​ y 1220 uruguayos, con 54 cañones.

Reguera derrotó a los paraguayos y avanzó hasta Candelaria, liberando el territorio del Alto Paraná.

Así, «han saqueado todas las estancias de la costa del Paraná dejándolas perfectamente limpias y poniéndoles fuego a algunas».

[23]​ El 25 de diciembre asumía un nuevo gobernador, Evaristo López, electo por una legislatura formada mayoritariamente por miembros del Partido Federal.

La victoria federal se había debido al dominio sobre la mayor parte del territorio provincial ejercido por el general Cáceres, de quien López era amigo y socio.

Muchos colaboradores con la invasión paraguaya, que habían sido arrestados y corrido riesgo de ser ejecutados por traición, recuperaron la libertad gracias al gobierno federal correntino.

El desembarco fue de unos 200 hombres, pero en la costa paraguaya había casi 1000 soldados más, que debían cruzar al día siguiente.

El jefe paraguayo, teniente Celestino Prieto, inició la retirada, que Conesa quiso evitar con una carga masiva y directa.

Pero los paraguayos se parapetaron en los bosques tras al arroyo y tomaron una posición defensiva, desde la cual dispararon sobre los soldados argentinos, que no tenían dónde buscar refugio.

No obstante, los paraguayos pretendieron expulsar a sus enemigos con tropas de infantería, resultando seriamente derrotados en su intento.

Retrato del presidente del Paraguay , mariscal Francisco Solano López .
En 1865, durante la Guerra de la Triple Alianza, ejército paraguayo marcharon a lo largo de los ríos Paraná y Uruguay hacia el sur, invadiendo Corrientes de Argentina y Río Grande del Sul de Brasil. Este mapa muestra las rutas del ejército paraguayo y el contraataque aliado.
La ciudad de Corrientes en la actualidad.
Llegada de los refuerzos brasileños a la ciudad de Corrientes ( Paraná ) para el ejército de operaciones ( J. Gaildrau , L'Illustration , 1866).
El general Wenceslao Paunero .
La Batalla del Riachuelo.
Operaciones terrestres de las fuerzas paraguayas (en negro) y aliadas (en rojo).
Combate de São Borja (10 de junio 1865): 1. er batallón de voluntarios brasileños defendiendo su bandera contra los paraguayos (según un boceto de M. Mynssen).
Pasaje del Ayuí por el Paso de la Patria , provincia de Corrientes , del primer cuerpo argentino. El 13 de agosto de 1865 el ejército atravesó el profundo zanjón o arroyo seco, el cual era sumamente pintoresco, por sus elevadas y caprichosas barrancas. – El general Paunero y el coronel Chenaut presencian el desfile, acompañados de algunos oficiales y del Doctor José M. Guastavino , Auditor de guerra.
Combate de Yatay (margen derecha del Río Uruguay ).
El general Venancio Flores, vencedor en la batalla de Yatay .
Rendición de Uruguayana, por Víctor Meirelles.
Combate de Paso de la Patria. 2 de mayo de 1866. Acuarela de José Ignacio Garmendia.
Combate de la isla de Redención (10 de abril): La 19ª brigada brasileña, mandada por el coronel Villagran Cabrita , repele el asalto paraguayo.
El desembarco de las tropas aliadas en territorio paraguayo.