En respuesta, el 1 de mayo se firmaba entre la Argentina, el Uruguay y el Imperio del Brasil la Triple Alianza.Pero, ante la enorme superioridad numérica del enemigo, la evacuó dos días más tarde y se dirigió hacia el sudoeste de la provincia.Sólo después de haber fracasado en Corrientes, Paunero se enteró del avance paraguayo sobre el río Uruguay.Estigarribia avanzó sin encontrar resistencia hacia el sur, ocupando sucesivamente São Borja e Itaquí.También las fuerzas brasileñas, al mando del teniente coronel Joaquim Rodrigues Coelho Nelly, compuestas de 1200 hombres, se dirigían hacia Concordia.Además marchaban hacia allí 1400 hombres de caballería correntina al mando del general Juan Madariaga.Una semana más tarde, sus avanzadas fueron derrotadas y sufrieron 20 bajas en el combate de Capí Quisé.Ante la noticia de que todas las fuerzas enemigas iban en su busca, Duarte pidió ayuda a su superior, el teniente coronel Estigarribia, quien le mandó contestar: Insultado, Duarte se preparó a dar batalla sin ayuda alguna.Duarte ordenó una maniobra de repliegue, que finalmente permitió a la infantería aliada entrar en acción, y aunque la superioridad numérica era abrumadora, los paraguayos resistieron con una tenacidad que llenó de asombro a sus enemigos.Mayor Pedro Duarte, preparadas para el Canciller argentino Estanislao Zeballos en 1888 y nunca editadas.Batallón N.º 16 de línea, comandado por el teniente Don José Zorrilla y 7 oficiales.Este cuerpo había sostenido las guerrillas desde Santo Tomé y hacía de 2.º del jefe, mandándole directamente el alférez Ibañez.Los morenos se alejaron con pena, pues Duarte usaba lujosas prendas de plata en el caballo, látigo y espuelas.Unos cien soldados paraguayos cruzaron a nado el río Uruguay, mientras el resto era muerto o tomado prisionero.Los soldados paraguayos fueron obligados a tomar las armas contra su propio país, reemplazando las bajas producidas en las divisiones aliadas, especialmente las orientales.Olvidando por completo la ayuda que había recibido del Brasil y de la Argentina para su propio ascenso al poder, Flores ordenó su fusilamiento como traidores a la patria.[16] El 18 de septiembre, tras haber asegurado a los representantes del Emperador que no se rendiría y que sería sepultado bajo los escombros de Uruguayana, el teniente coronel Estigarribia se rendía casi sin lucha.
Pedro Duarte
cruzando con sus fuerzas hacia el río Uruguay.