Desiderio Sosa

En 1849 el gobernador Benjamín Virasoro lo conoció en casa de su tía Clara y lo nombró portaestandarte;[1]​ a órdenes del mayor Fermín Alsina combatió contra el caudillo Manuel "el Pájaro" Vallejos, que se había levantado contra los Virasoro.

Al año siguiente fue elegido gobernador el antiguo amigo de Sosa, Manuel Lagraña.

[4]​ Poco después, Sosa recibió como obsequio una espada del General Bartolomé Mitre, con una carta que expresaba lo siguiente:

[5]​ Algunos jefes correntinos, especialmente el coronel Alsina, extrajeron de la ciudad todos los hombres de armas que pudieron y los llevaron hasta San Cosme, donde el gobernador Lagraña instaló su gobierno y campamento militar.

Allí se dirigió también Sosa, que fu nombrado jefe del "Cuerpo de Vanguardia" del Ejército Argentino, formado por 1800 hombres exclusivamente de caballería con organización deficiente y armamentos precarios y obsoletos.

Sólo unas semanas más tarde, tras la victoria naval brasileña en la Batalla del Riachuelo, la ciudad pudo ser liberada.

En la ciudad, los liberales nombraron sucesivamente gobernadores a Victorio Torrent, José Miguel Guastavino y Santiago Baibiene.

[15]​ La división del partido liberal se agravó, y Baibiene quiso imponer a su sucesor, Agustín P. Justo, junto al vicegobernador Manuel Calvo.

El 5 de enero de 1872, cuando aún no había asumido Justo, el coronel Valerio Insaurralde inició una revolución en Curuzú Cuatiá, seguido en pocos días por otros caudillejos locales como Raymundo Fernández Reguera, Marcos Azcona, Manuel Vallejos y Serapio Sánchez.

El día 9 se les unió gran parte del ejército provincial, comandado por el propio Sosa, a quien acompañaban Torrent y Alsina.

A Baibiene le quedaban, sin embargo, fuerzas muy poderosas: la provincia estaba aún parcialmente ocupada por fuerzas nacionales, y éstas fueron puestas al mando del coronel Calvo, vicegobernador electo, en la capital y por el gobernador Baibiene en el sur de la provincia.

[17]​ El 12 de enero, Justo asumió formalmente el gobierno pero casi enseguida debió abandonar la ciudad: acompañado por Virasoro y Filemón Díaz de Vivar se embarcó en el vapor brasileño Inhauma y se dirigió a Rosario.

Allí solicitó al presidente Sarmiento la intervención federal de la provincia; Sarmiento, que consideraba a Justo y Baibiene exclusivamente partidarios de Mitre, respondió que estaba ocupado por asuntos urgentes en otras provincias.

Sólo varias semanas más tarde envió una comisión mediadora, constituida por el coronel Roca y por Santiago Cortínez.

Tras la muerte en combate del exgobernador Lagraña, Baibiene fue tomado prisionero por el coronel Insaurralde, y la victoria quedó en manos de Sosa.

[1]​ Un paraje en el interior provincial correntino y una calle de Itatí —su pueblo natal— recuerdan a este militar.