Incorporado al Ejército Argentino, por un tiempo prestó servicios en Río Cuarto, como oficial de artillería en la defensa contra los indígenas ranqueles.
El mismo general Bartolomé Mitre le insistió para que se incorporara al ejército nacional —reorganizado bajo mando porteño— y lo nombró jefe de policía de Santa Fe.
Después de esa batalla pidió la baja del ejército, debido a una enfermedad respiratoria, aparentemente asma.
Se instaló en Santa Fe, donde fue nombrado comandante de armas por el gobernador Nicasio Oroño.
Al año siguiente, formó parte del consejo de guerra que juzgó a Mitre por la revolución.
Participó en la lucha contra la revolución porteña de Carlos Tejedor al año siguiente, y fue ascendido a general.