Es un escudo acuartelado de cuatro cantones sobre el todo y bordura.ARTICULO 3.º - En donde el terreno no se preste a trazar un cuadrado perfecto, se completará dando la superficie equivalente a las áreas determinadas en el artículo 1.º.Los límites del ejido se apoyaban en el río Uruguay al este, el arroyo Ayuí Grande al norte, el arroyo Yuquerí Grande al sur, y una línea recta paralela a la actual ruta nacional n.º 14 que une ambos arroyos y que pasa inmediatamente al oeste del campo de Abasto y de Osvaldo Magnasco.Remonta luego el río por el límite internacional (thalweg) hasta la represa de Salto Grande y luego por la costa del embalse hasta la ex ruta nacional N.º 14.[13] La estructura económica de la ciudad está basada en gran parte en la producción agrícola, en especial citrus, arroz, eucaliptus, pinos y algunos cultivos intensivos como los arándanos azules y las nueces de pecán.Las principales fábricas instaladas en la ciudad son: Egger (empresa que anteriormente poseía el nombre de "Masisa"), Baggio, Eca, Litoral Citrus, etc.Las 98 ha del asentamiento de San Carlos tuvieron diversos avatares, los documentos prueban que pasaron por sucesivas ventas desde 1867.Arribaron al Puerto de Concordia y se alojaron en el elegante Gran Hotel Colón.Compra las 100 ha y sobre la lomada más destacada construye la casa con planos traídos de Francia, mudándose a ella en 1888.Demachy vivió solo tres años en la casona y luego junto con su esposa deciden volver a Francia, desapareciendo sin dejar explicaciones un domingo de octubre de 1891.Solo se llevaron sus vestimentas y algunas pertenencias, dejando todo lo de valor en la mansión pensando volver algún día.La casa siguió siendo propiedad de los franceses, luego fue alquilada a varias familias, hasta que fue vendida a la Sociedad Rural de Concordia, que la ocupó por poco tiempo.En 1929 fue adquirida por la Municipalidad de Concordia, que la alquiló a la familia Fuchs Balón.Esta familia francesa de gustos exuberantes tenía una gran atracción por los animales (zorros del monte, un mono, mangostas, una iguana y serpientes).Era un intrépido aviador que al aterrizar rompió una de las ruedas, este aviador era Antoine de Saint-Exupéry, quien todavía no era escritor y estaba trazando la ruta aérea entre Buenos Aires y Asunción[16] cuando decidió aterrizar para descansar.Antoine de Saint-Exupéry se vio atrapado por la magia que envolvía al lugar y en 1932 escribió una nota en una revista de París con el título «Las princesitas argentinas».Resulta inevitable asociar su experiencia entrerriana con la fábula infantil que lo haría famoso El Principito.
Peatonal
Entre Ríos
de Concordia.
Vista nocturna de la costanera de Concordia (2015).