Jacoba Plaza
La escuadra invasora abrió fuego sobre la ciudad "con bala y metralla"[3] mientras que el gobernador de Corrientes, Manuel Ignacio Lagraña intentaba organizar la defensa con la única compañía de la Guardia Nacional existente (unos ciento veinte hombres), los marinos sobrevivientes y voluntarios.Los ocupantes pusieron al frente de la provincia un gobierno títere integrado por Teodoro Gauna, Víctor Silvero y Sinforoso Cáceres.Ya anciana, Victoria Bar se convertiría en cronista de los hechos:"nos llevaron al antiguo Cabildo y nos sumergieron en un horrendo calabozo.Una vez reunidas, prometieron a la Virgen de la Merced que si regresaban con vida, lo primero que harían cuando pisaran suelo correntino sería caminar hasta la iglesia para agradecer su suerte, aún incluso antes de saludar a sus familiares.Desde este punto en carreta nos llevaron al pueblo de San Juan caminando día y noche.De Paso Ezcurra siguieron en iguales condiciones rumbo a Caá Cupé:"Después de una penosa peregrinación, contemplando todos los crímenes imaginables y todos los excesos, fuimos trasladadas a Caá Cupé, Quindí, Itacurubí y Ajó.En Asunción fueron pronto librada por las fuerzas brasileñas y restituida a Corrientes excepto Toribia, quien falleció en cautiverio.