No era un buque de la Armada Brasilera, sino un mercante destinado a la carrera del río Paraná y Paraguay.
Con la caldera destruida, el Marquês de Olinda fue arrastrado por la corriente hasta varar en un banco.
La mayor parte de sus tripulantes murieron quemados o heridos por el fuego enemigo.
Al finalizar el combate partidas de la fragata brasileña Amazonas lo abordó y tras desarmarlo fue hundido.
Algunos de los sobrevivientes, entre ellos el comandante Robles, fueron trasladados prisioneros al Amazonas.
Entonces el comandante Robles ordeno a su gente dirigieran la lancha a bordo del Tacuary, y en el vi varios agujeros de bala en diferentes lugares, y mientras estábamos allí procuré aconsejar al Comandante Robles para decir al Capitán Meza de echar a pique dos o tres buques en el canal estrecho del Riachuelo a fin de cerrar el canal de los buques, de manera que podamos asegurar toda la escuadra brasilera, pero él no quiso hacer."