Cultura de Rumania

La teoría de la continuidad dacio-rumana fue importante para el resurgimiento nacional rumano del siglo XIX, pero todavía hay que aclarar algunos aspectos.

El trabajo es a veces dificultado por algunas formas de nacionalismo rumano o de los vecinos de Rumania, por ejemplo algunos historiadores húngaros prefieren considerar que el pueblo rumano se formó solamente al sur del Danubio, mientras que algunos historiadores búlgaros prefieren considerar que el pueblo rumano se formó solamente al norte del Danubio.

La mayoría de la cultura rumana se desarrolló en el territorio correspondiente más o menos al actual estado Rumania.

La carta es el primer documento atestado en idioma rumano, escrito, según la costumbre de la época, en alfabeto cirílico.

Fue un hombre prolífico de letras, interesado en filosofía, historia, música, lingüística, etnografía y geografía.

El filósofo, poeta expresionista y dramaturgo Lucian Blaga puede ser citado entre los tradicionalistas, mientras que el fundador del círculo literario y cultural "Sburătorul", Eugen Lovinescu, representa al así llamado grupo "occidentalizante", que tenía el propósito de acercar la cultura rumana a la cultura del Oeste de Europa.

También, George Călinescu fue un escritor complejo, que entre otras creaciones literarias, realizó la monumental "Historia de la Literatura Rumana, desde sus orígenes hasta el día presente".

Otro poeta importante fue Ion Barbu, en realidad un matemático, quien escribió una serie de poemas "herméticas".

También durante la época de oro surgieron en la filosofía rumana figuras como Mircea Vulcănescu, Dimitrie Gusti, Alexandru Dragomir, o Vasile Conta.

El número de pintores destacados también aumentó, con nombres como: Nicolae Tonitza, Camil Ressu, Francisc Şirato, Ignat Bednarik, Lucian Grigorescu, Sabin Popp o Theodor Pallady.

Elie Wiesel, quien recibió el premio Nobel para la paz en 1986, nació en la ciudad rumana Sighetu Marmaţiei.

En Rumania, el régimen comunista impuso una rigurosa censura en todos los aspectos de la vida, e intentó usar al mundo cultural como medio para controlar mejor a la población.

Además, gracias a los precios bajos y al hecho que todo el mundo tenía empleo, prácticamente todo el mundo se permitía tener una colección personal de libros en su casa, si bien la calidad del papel no era siempre alta.

Hay que mencionar que, por ejemplo, Mihai Eminescu, hoy considerado un importante poeta rumano, al principio estaba mal visto por el régimen comunista, al ser considerado demasiado "místico" y "burgués", pero el descubrimiento por las autoridades comunistas de su poema "Emperador y proletario" hizo que ellos cambiasen su actitud frente a él y sus obras.

También durante este período, hubo un aumento considerable del número de teatros, incluso en las ciudades más pequeñas.

Las editoriales actuales más destacadas son "Humanitas" en Bucarest, "Polirom" en Iași, o "Teora" - orientada hacia libros técnicos y diccionarios.

Unos pocos llegaron a sobrevivir y aumentar su nivel de cualidad, manteniendo su espíritu crítico.

Se afirmaron varios escritores jóvenes en loc círculos literarios, pero solo los que alcanzaron la notoriedad han conseguido el apoyo financiero para publicar sus libros.

Los escritores mejor conocidos, como Mircea Cărtărescu, Horia-Roman Patapievici, Andrei Pleşu, Gabriel Liiceanu o Mircea Dinescu, son apreciados en la sociedad rumana, pero necesitan dedicar una parte de su tiempo a otras actividades, principalmente periodística.

Entre los actores más apreciados, tanto de la vieja, como de la nueva generación, están Ştefan Iordache, Victor Rebenciuc, Maia Morgenstern, Marcel Iureş, Horaţiu Mălăele, Ion Caramitru, Mircea Diaconu, Marius Chivu, y otros.

Las ricas tradiciones folklóricas fueron alimentadas por varias fuentes, que nos llevan incluso antes de la ocupación romana.

Los etnógrafos intentaron recoger, durante los últimos dos siglos, tantos elementos cuanto fue posible : el Museo del Campesino Rumano y la Academia Rumana son actualmente las instituciones principales que organizan sistemáticamente los datos y continúan las investigaciones.

Pero la música sentimental, sin embargo, es la más apreciada, y los rumanos consideran su "doina" única en el mundo.

Etnólogos, poetas, escritores e historiadores intentaron, en los siglos recientes, coleccionar y preservar cuentos, poemas, baladas e intentaron describir lo mejor posible las costumbres y los hábitos relacionados con distintos eventos del año.

En el mundo rural, la asistencia a las iglesias es todavía grande, y también entre los ancianos de las ciudades.

Una de las comidas más comunes es "mămăliga", similar al italiano "polenta", considerada por mucho tiempo la comida del pobre - de ahí la expresión "No tiene ni siquiera mămăligă en la mesa", pero llegó a ser muy apreciada generalmente, en tiempos recientes.

Se preparan especialmente en fiesta como la Navidad y en distintos tipos de celebraciones, bodas, bautizos, etc.

El vino es la principal bebida rumana, y su tradición se extiende a más de dos milenios.

Rumania es el noveno productor de vino del mundo, y recientemente las exportaciones empezaron crecer.

También, Rumania es el segundo cultivador de ciruelas del mundo, y la mayoría de las ciruelas se convierten en las famosa bebidas "ţuică" (brandy refinado una vez) o "pălincă" (brandy refinado dos o más veces).

La carta de Neacşu de Câmpulung.
Primera página de Supplex Libellus Valachorum , imprimido en Cluj .
Cartel de la Revolución de 1848 en Valaquia.
Obra de Eugen Ionescu representada en un teatro de París
Estatua de Nichita Stănescu en Aleea Clasicilor, Chisináu
Cartel con el Festival de Música Clásica " George Enescu ", vista lateral del Ateneo Rumano
Una casa tradicional en el Museo del Pueblo.
Campesino rumano en 1872
Monasterio de Putna.
Castillo de Bran (vista desde el sur).