Henri Coandă

Después de tres años (1899), su padre, quien deseaba que cursara una carrera militar, lo transfirió a un liceo militarizado en Iaşi.

Enviado a un regimiento de artillería alemán, se matriculó en la Escuela Superior Técnica (Technische Hochschule) en Charlottenburg, Berlín.

En 1934 cedió a Francia una patente relacionada con el Efecto Coanda; en 1935, usó el mismo principio como base para el Aerodeslizador llamado "Aerodina Lenticulara", el cual era muy similar en forma a un "platillo volador", desarrollado tiempo después por la Avro Canada antes de ser adquirido por la Fuerza Aérea de los Estados Unidos y convertirse en un proyecto clasificado.

En 1969, durante los primeros años de la era "Ceauşescu" regresó a pasar sus últimos días en su nativa Rumanía, en donde sirvió como director del Instituto para la Creación Técnica y Científica (INCREST).

Con el respaldo del ingeniero Gustave Eiffel y del matemático, político y pionero de la aeronavegación Paul Painlevé, comenzó a experimentar con técnicas aerodinámicas: uno de sus experimentos consistió en montar un dispositivo en un tren corriendo a 90 km/h para poder analizar el comportamiento aerodinámico.

En 1910, usando el taller de Gianni Caproni, diseñó, construyó y pilotó el primer avión impulsado por un termorreactor, el Coandă-1910, que presentó públicamente en el segundo Salón Aeronáutico Internacional en París.

En el Simposio Internacional sobre Automatización realizado también en Nueva York, Coandă recibió el premio Laboratorios Harry Diamond.

El Coandă-1910.