Después de tres años (1899), su padre, quien deseaba que cursara una carrera militar, lo transfirió a un liceo militarizado en Iaşi.
Enviado a un regimiento de artillería alemán, se matriculó en la Escuela Superior Técnica (Technische Hochschule) en Charlottenburg, Berlín.
En 1934 cedió a Francia una patente relacionada con el Efecto Coanda; en 1935, usó el mismo principio como base para el Aerodeslizador llamado "Aerodina Lenticulara", el cual era muy similar en forma a un "platillo volador", desarrollado tiempo después por la Avro Canada antes de ser adquirido por la Fuerza Aérea de los Estados Unidos y convertirse en un proyecto clasificado.
En 1969, durante los primeros años de la era "Ceauşescu" regresó a pasar sus últimos días en su nativa Rumanía, en donde sirvió como director del Instituto para la Creación Técnica y Científica (INCREST).
Con el respaldo del ingeniero Gustave Eiffel y del matemático, político y pionero de la aeronavegación Paul Painlevé, comenzó a experimentar con técnicas aerodinámicas: uno de sus experimentos consistió en montar un dispositivo en un tren corriendo a 90 km/h para poder analizar el comportamiento aerodinámico.
En 1910, usando el taller de Gianni Caproni, diseñó, construyó y pilotó el primer avión impulsado por un termorreactor, el Coandă-1910, que presentó públicamente en el segundo Salón Aeronáutico Internacional en París.
En el Simposio Internacional sobre Automatización realizado también en Nueva York, Coandă recibió el premio Laboratorios Harry Diamond.