Se rindieron cuentas a Luis XIV quien, previendo las consecuencias de tal distinción, ordenó al intendente del guardamuebles hacer traer cuarenta sillones a la Academia y confirmó para siempre la igualdad académica.La compañía no podía esperar menos de un rey que había querido declararse el protector».La expresión «41º sillón» la forjó el escritor Arsène Houssaye en 1855 para designar a estos autores, entre los que pueden citarse Descartes, Molière, Pascal, De La Rochefoucauld, Rousseau, Diderot, Beaumarchais, Chénier, Honoré de Balzac, Alejandro Dumas (padre), Gautier, Flaubert, Stendhal, Nerval, Maupassant, Baudelaire, Émile Zola, Daudet, Marcel Proust, Gide, Jean Giraudoux o Albert Camus, entre otros.Elige a su secretario perpetuo que, como su nombre indica, ejerce hasta su fallecimiento o su dimisión.Agrupa a poetas, novelistas, dramaturgos, filósofos, historiadores, médicos, científicos, etnólogos, críticos de arte, militares, personalidades del Estado, personalidades de la Iglesia, que han ilustrado especialmente la lengua francesa.Esta autoridad moral en materia de lenguaje se enraíza en usos, tradiciones, un fasto.La elección en la Academia Francesa es a menudo considerada por la opinión pública como una consagración suprema.En 1980, Marguerite Yourcenar, novelista y ensayista, fue la primera mujer elegida en la Academia Francesa.Romilly, Carrère d’Encausse y Delay optaron por el traje verde durante su investidura.Carrère d’Encausse fue la primera mujer en llevar la espada, un arma que creó para la ocasión el orfebre georgiano Goudji.Todo aquel que se declare dimisionario no será remplazado antes de su muerte: Pierre Emmanuel y Julien Green son dos ejemplos recientes.
La France illustrée
Diccionario de la Academia Francesa, en 2 volúmenes