Sus interpretaciones del repertorio francés, alemán y especialmente de Anton Bruckner son muy apreciadas.
Sergiu Celibidache nació en Roman, Rumania, y comenzó sus estudios musicales con el piano.
La docencia tuvo un especial énfasis durante toda su vida y sus cursos eran frecuentemente gratuitos para los oyentes.
Su repertorio se centra, principalmente, en el romanticismo, con especial predilección por los grandes sinfonistas, como Beethoven, Bruckner o Chaikovski.
Su estilo se caracteriza por una gran espontaneidad, apoyada en extravagantes métodos de ensayo, por una total libertad al escoger los tempi que, a menudo, son mucho más lentos que las indicaciones metronómicas de la partitura, y, además, por una enorme sutileza en los matices tímbricos, lo que acentúa el carácter dramático de la música.
Por ejemplo, se ha hablado mucho del «rechazo» de Celibidache a hacer grabaciones.
Creía que dicha experiencia era difícilmente comparable a la audición de la música grabada, razón por la cual la evitaba.
Bajo su dirección, la Filarmónica de Múnich estuvo involucrada en una larga batalla legal para despedir a la trombonista principal, Abbie Conant, que duró doce años y que finalizó con el triunfo de Conant.