[1] En sus bodegones y paisajes recupera el rigor del estilo de Paul Cézanne.
Durante la Primera Guerra Mundial fue movilizado y sirvió en el arma de Aviación.
Terminada la contienda, se instaló en Italia durante dos años, que fueron determinantes en la evolución de su estilo.
El noble rumano Maruca Cantacuzino le encargó copias de algunas pinturas murales religiosas ortodoxas.
En seguida alcanzó gran popularidad, pero también se ganó el voto negativo de Tonitza y sus críticas.