Esta república inicialmente intentó sin éxito unirse a Alemania (véase Austria Alemana), pero las potencias occidentales de la época, Francia y Reino Unido, se opusieron.
Con la llegada del austrofascismo al poder, se proclamó una nueva Constitución en 1934 por la que Austria ya no era una república, sino una federación.
El primer canciller del partido, monseñor Ignaz Seipel, trató de forjar una alianza política entre los ricos industriales y la Iglesia católica.
[5] Las medidas para separar a las provincias de Viena y para reforzar el poder de la minoría parlamentaria se volvieron contra los conservadores que las habían defendido, permitiendo a los socialdemócratas controlar la capital, donde desarrollaron una gran política social con elevados impuestos que los conservadores criticaron.
[14] La asamblea provisional, dominada por los socialistas,[18] abolió la autocracia imperial y, mediante una serie de proclamas, implantó una república unitaria democrática con gran autonomía local, gran poder del Parlamento, escaso del Gobierno, un importante proceso de socialización y la vista puesta en la unión con Alemania.
[41][42] Esta disputa territorial agrió las relaciones bilaterales entre Viena y Roma, en especial tras la toma del poder de Mussolini en 1922.
[53] Carecían de experiencia en pactar con otras fuerzas y mostraban un acentuado apego a sus ideologías respectivas, lo que complicaba los conciertos entre ellas.
[54] Lograba alrededor del 15-20 % de los sufragios, mientras que sus dos rivales solían repartirse el resto casi a partes iguales.
[22] Su fuerza residía fundamentalmente en las provincias, aunque contaba con un apoyo notable en las ciudades entre aquellos que no votaban a los socialistas.
[20] Casi todos los cancilleres austriacos del periodo de entreguerras pertenecían a este partido, que dominó el Gobierno.
[85] La exigua provisión de carbón no solo redujo la producción industrial y el transporte, sino que determinó un enorme aumento del paro.
[94] La república tampoco estaba en una buena posición internacional: mantenía tensas relaciones con casi todos sus vecinos, salvo Alemania y Suiza.
[102] La derechización general en los Estados surgidos de la disolución del imperio, que comenzó en 1919 y se acentuó el año siguiente, fortaleció a los socialcristianos.
[110] Los socialistas vetaron la iniciativa popular en la legislación, preferida por los socialcristianos, e impusieron asimismo el sistema proporcional en la asignación de escaños.
[115] Incapaces de obtener una mayoría absoluta en las Cámaras, las formaciones políticas se vieron abocadas a pactar, aunque la creciente rigidez ideológica dificultaba esta tarea.
[183] Íntegro, eficiente y sin lazos estrechos con las formaciones políticas, se lo consideraba partidario de la unión con Alemania.
[186][185] La crisis resurgiría, con mayor virulencia, en 1931, cuando puso en peligro tanto al Estado como a toda la estructura financiera de la Europa central.
[213] Tras llegar al poder Hitler en Alemania en enero de 1933, el Gobierno berlinés reforzó su apoyo a la agitación nacionalsocialista en Austria.
[234] Durante 1937, el Gobierno alemán se mostró cada vez menos dispuesto a permitir lo que consideraba intromisión de otros países en la relación bilateral austro-germana.
[257] Pero detener la depreciación de la moneda significaba acabar con la inflación y, para esto, era necesario equilibrar el presupuesto estatal.
[11] Los intentos de lograr la autarquía, comunes a toda la zona, agudizaron la crisis: las empresas, protegidas por los aranceles estatales, no estaban preparadas para la dura competencia internacional, la reducción del comerció mundial hundió las exportaciones y el pago de la deuda externa se tornó inviable.
[293] La reducción del consumo interno afectó además gravemente a las pequeñas y medianas empresas, que dependían de él.
[295] El Gobierno autoritario surgido a comienzos de la década protegió en especial al campesinado, aplicando un riguroso control sobre los productos agrícolas para asegurarles un precio estable.
[297] Los controles financieros redujeron la deuda externa, pero la falta de estímulo a la economía hizo que esta se estancase y en algunos sectores cayese en la deflación.
[291] La mejora de la situación mundial en 1936 también tuvo un efecto positivo para el comercio austriaco, que aumentó notablemente con las potencias del occidente europeo y los Estados Unidos.
[298][187] Los tibios intentos de aumentar la demanda desde el Estado fueron totalmente insuficientes para compensar la depresión del sector privado.
[311] Este déficit de demanda, sin embargo, desapareció con la absorción por Alemania, compensado por los pedidos estatales; en 1939, la nueva actividad económica había conseguido acabar con el paro en la región.
[245] La población rural, la más numerosa del nuevo Estado, quedó dividida entonces entre los seguidores de los distintos partidos políticos, principalmente entre los tres mayores: socialdemócratas, socialcristianos y pangermanos.
[68] La organización, intensamente antisemita, defendía la autoridad de la Iglesia católica y su influencia en algunos aspectos legislativos como los educativos o los relativos al divorcio.
[318] La organización contaba con doscientos cuarenta mil asociados, pero las rencillas internas entre las distintas regiones minaban su influencia en la política nacional.