[6] Leal al nuevo Estado a pesar de su añoranza del imperio, su eficiencia como administrador le granjeó buena reputación entre los políticos austriacos.
[1] Su padre, Franz Lorenz Schober, trabajaba en la administración local y se casó con su madre, Klara Lehmann, en 1861.
[1] Para entonces la pareja tenía nueve hijos y la economía familiar obligaba a llevar una vida frugal, que Johann adoptó.
[3] Más tarde, se le encargó la protección del monarca británico Eduardo VII, que visitó el país en varias ocasiones.
[4] En sus esfuerzos por mantener el orden en la capital, cada vez más afectada por la guerra, mostró una imparcialidad que le era característica.
[18] Leal al nuevo Estado a pesar de su añoranza del imperio, su eficiencia como administrador le granjeó buena reputación entre los políticos austriacos.
[19] Considerado como un político fiable por la Entente, fue elegido para dirigir un Gobierno de coalición en 1921 con el apoyo del Partido Socialcristiano y los Pangermanos.
[17][14] Funcionario eficiente y representante de lo mejor del antiguo servicio público imperial, se le considera íntegro,[5] aunque vanidoso[5] e inexperto en política.
[14][22] Schober deseaba además obtener la cooperación de la oposición socialista, para lo que adoptó un talante conciliador con esta.
[23][15] El territorio, sin fronteras claras, era una región que hasta 1918 había pertenecido a Hungría, pero cuya población era mayoritariamente de lengua alemana —unos doscientos cincuenta mil—.
[29] A continuación, el plebiscito, realizado mientras las autoridades húngaras controlaban la zona, fue desfavorable para Austria.
[29] Los pangermanos criticaron lo que consideraban debilidad del canciller en la gestión de la disputa con Budapest, pero siguieron apoyándolo.
[33] Su intervención facilitó, no obstante, la posterior ayuda económica que permitió la estabilización financiera del país.
[55] En abril, mientras Schober se hallaba en la conferencia internacional, la crisis económica continuó agravándose y la oposición aumentó su crítica al Gobierno; la dimisión del canciller era una cuestión de tiempo.
[67][76][79] También los socialistas lo aceptaron como una opción mejor que contemplar el regreso al frente del Gobierno de Seipel.
[99] Estas, además de repugnar a Schober, hubiesen puesto poner en peligro los créditos extranjeros que Austria deseaba obtener.
[101] Poco después la formación presentó un borrador de Constitución «temporal», por si los socialistas bloqueaban la reforma legislativa, que hubiese acabado con la democracia.
[104][103] La Heimwehr se mostró moderadamente satisfecha, aunque exigió reformas posteriores para implantar un sistema corporativista.
[107][nota 1] La Cámara Baja perdía poder y no podría ya bloquear el presupuesto.
[128] El concierto entre Gobierno y oposición, sin embargo, no se hizo público inmediatamente, probablemente por temor a la reacción de la Heimwehr.
[146] Por el contrario, la mayoría de los cambios exigidos por la Heimwehr no se incluyeron finalmente en la reforma.
[154][155][156][153][157] Obtuvo además la condonación de otras deudas y cuatrocientos millones en créditos, que remataron el éxito del viaje.
[153] En consecuencia, según mejoraban las relaciones intergubernamentales, se complicaba la obtención de fondos italianos para la Heimwehr.
[170] La última semana de febrero viajó a Berlín para negociar un nuevo tratado comercial.
[187] El Estado, que también era accionista del banco desaparecido, perdió trescientos cuarenta millones de chelines.
[188][98] Renuente a destapar el escándalo[98] económico que podía haber frustrado los planes de reforma constitucional y sin capital nacional ni extranjero para financiar la economía del país, la opción del canciller de traspasar el problema al Creditanstalt había sido inevitable.
[191][192] En febrero ambos países firmaron un acuerdo comercial y Schober se comprometió con los alemanes a sopesar la posibilidad de la unión aduanera prevista en las reuniones anteriores.
[220] El nuevo Gobierno no contaba con mayoría en las Cortes, ya que tanto la Landbund como los pangermanos mantuvieron su apoyo a Schober.
[233][234] Para entonces (septiembre de 1931), la crisis financiera austriaca, simbolizada por la quiebra del mayor banco austriaco (el Creditanstalt), ofreció a Francia la oportunidad de frustrar la unión al condicionar la necesaria ayuda financiera a que se abandonase esta pretensión.
[235] Schober, sin embargo, siguió en sus cargos en el nuevo gabinete del socialcristiano moderado Karl Buresch.