[2] El acuerdo equivalente con Yugoslavia se firmó algunas semanas más tarde, el 7 de junio.
Para Francia, la Entente podía servir como contrapeso a la influencia que el Reino de Italia buscaba en los Balcanes, siendo que el gobierno francés buscaba una alianza con países de Europa Oriental precisamente con esa finalidad.
La instauración de la dictadura hitleriana en Alemania motivó a Francia a renovar su sistema de alianzas, dando preeminencia a la Entente, pero en este esfuerzo el ministro francés de asuntos exteriores Louis Barthou promovió también el acercamiento de Francia a Italia y el reconocimiento diplomático a la URSS para formar también con esos países un gran frente antialemán; el proyecto de Barthou motivó las molestias de Yugoslavia y Rumanía, países hostiles a la URSS y fuertemente anticomunistas, además Yugoslavia no mostraba entusiasmo por un acercamiento francoitaliano pues recelaba de las ambiciones italianas sobre la costa dálmata.
Los asesinatos del rey yugoslavo Alejandro y de Barthou en Marsella (octubre de 1934) durante una visita oficial causaron una reorientación de la política exterior francesa, ansiosa por llegar a acuerdos con Italia aun a costa de no investigar a fondo a los ultranacionalistas croatas que eran sospechosos de los asesinatos en Marsella.
El 7 de enero de 1935, el acuerdo entre el primer ministro francés Pierre Laval y Mussolini conllevó un alejamiento entre los centroeuropeos y Francia, a la que veían dispuesta a sacrificarles para mejorar sus relaciones con la Italia fascista.