[7] Los principales dirigentes de la oposición que se hallaban detenidos (Vladko Maček y Marko Natlačen, entre otros) fueron liberados y se proclamó una amplia amnistía para los presos políticos.
[1] Sí consiguió atraer, no obstante a algunas figuras disidentes de los partidos, entre los que destacaba el exministro Milan Stojadinović.
[8][10][6] En los meses que precedieron a las elecciones, Jevtić se mostró cada vez más intolerante con la oposición y utilizó con decisión las fuerzas de seguridad para asegurarse la victoria.
[9] La ley electoral imponía el voto público y otorgaba tres quintos de los escaños al partido ganador.
[8] A pesar de los resultados oficiales que concedían ya victoria al Gobierno y que fueron rechazados por la oposición y sus partidarios,[11] la victoria se mostró pírrica para Jevtić, cuyos problemas pronto se multiplicaron.
[11] Su Gobierno se considera francófilo, inclinación que el regente escogió para contrarrestar el poderío italiano en la región.
Le sucedió su ministro de Finanzas recién dimitido,[13][11] Milan Stojadinović,[3] a los pocos meses de haber sido nombrado, al decepcionar al regente con su postura nacionalista serbia cuando éste esperaba una actitud le que permitiese reconciliarse con la oposición croata.